Esta semana hemos tenido una reunión Rotaria en la que, como algo excepcional, hemos compartido asuntos personales. Varios de mis compañeros nos contaban la dificultad a la hora de sacar adelante los proyectos que más les importan. Como también he recibido varios mensajes de mail e incluso alguna llamada telefónica, pidiendo que hablara de la gestión de prioridades, he escrito este post, que es la base de la organización de tu agenda con la máxima eficacia.
Si sientes que los días pasan y no avanzas, es porque no hay CLARIDAD sobre cuáles son las prioridades, y hay que PONER FOCO para que se cumplan en plazo y forma.
Por eso, te voy a dar 3 pasos que te van a ayudar muchísimo.
Practica el decir «no»
En primer lugar, pon LÍMITES. Estoy segura de que a ti también te pasa, como a mi compañero Rotario, que a menudo te encuentras apagando los fuegos de otros. Por mucho que pongas un cartel en tu puerta de que no te molesten, entran y te interrumpen con regularidad.
Es algo que está en la sociedad, que como estamos disponibles las 24 horas del día a través del whasapp, del teléfono o del mail, se entiende que cuando alguien demanda algo, hay que responder inmediatamente.
Si tu trabajo no es de atención al cliente, no queda más remedio que poner límites. A veces han de ser límites físicos, y cerrar la puerta del despacho con un pestillo, o apagar el teléfono durante determinadas horas al día. O incluso poner un e mail de autorespuesta que avise de que tardarás un tiempo en contestar.
Es verdad que al principio te resultará violento si no lo has hecho nunca. Pero es la única manera de limitar que las emergencias de otros se conviertan en tus emergencias. Porque si estás apagando los fuegos de los demás, al final del día sentirás que no has avanzado nada en lo que realmente te importa. Estarás con la sensación de «busyness» y no habrás hecho nada de «business». – ¡Me encanta como lo expresan en inglés!-. Estáras sin energía, sin tiempo, sin tus proyectos avanzando, porque se lo has dado todo a los demás.
Ten claro que, lo que los demás necesitan de ti, es que entregues lo que solo tú eres capaz. Esa ha de ser tu prioridad.
Busyness o business
Por eso, en segundo lugar, no pongas las cosas fáciles las primeras. Tendemos a la necesidad de ver terminadas las cosas. Nos entran las prisas por ver resultados y proyectos completados. Pero aquí la pregunta es la siguiente: ¿es esto realmente importante, o es solo fácil de hacer y de sacar adelante?. Si te metes en la dinámica de hacer siempre lo fácil, volverás a caer en la trampa del «busy-ness» y no del «business» y eso no interesa. Que sea fácil no es sinónimo de que deba ser terminado hoy.
Primero lo que de verdad importa
Por último, y enlazando todo lo anterior, ESTABLECE LAS PRIORIDADES DE LO QUE REALMENTE IMPORTA. Eso es lo que te va a dar libertad emocional, física, mental, de tiempo, de dinero. Lo que va a producir resultados que cambien tu vida y la de las personas a las que sirves. Aquello que te va a inspirar y te va a mover a trabajar con pasión, con inercia y con unas ganas locas de ponerte a ello cada día. Es a lo que le has de dar todas las prioridades. Por eso, te recomiendo que reserves determinadas horas al día, bloqueadas en tu agenda, para este tipo de actividades, y que pongas todos los medios posibles, para que se cumplan, dejando muy claro a todos los demás que eso es inamovible; que es por el bien tuyo, de tus proyectos, y de todos aquellos a los que estás sirviendo. Cuando tú defiendas con firmeza esos momentos, vas a ver como los demás lo van a respetar, lo van a entender y hasta te van a apoyar.
Espero que esta información te sea útil, y la pongas en marcha «ya». Vas a notar los beneficios de hacerlo inmediatamente, pues te sentirás muy satisfecho contigo mismo, porque por fin estás dedicado a lo que realmente importa; y estarás cargado, con mucha energía y motivado para seguir adelante con ello.
Espero que me escribas y me cuentes cómo te ha ido, ¿vale?
¡Un abrazo grande!