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Claves para generar mucha riqueza sin sentirte culpable por ello
En una conversación con unos amigos, el otro día surgió el tema del dinero. Algunos de ellos mencionaban que “el dinero no es necesario para ser feliz”, o que “a veces trae muchos problemas”. Dependiendo como esto se diga, desde mi punto de vista, estas afirmaciones no son del todo ciertas, ya que muchas veces, la persona que lo dice, tiene serios problemas para conseguir el dinero que desea y esa afirmación solo representa una excusa o una justificación para permanecer estancado en el nivel donde está. Es cierto que el dinero no da la felicidad, pero también ocurre que con él la vida es mucho más cómoda, facilita la libertad, y te permite elegir entre más opciones, las cuáles quedan restringidas en ausencia de él.
¿Piensas que el dinero es la raíz de todos los males? ¿Que los ricos han de ir al infierno, y cuanto más millonarios, más rápido?
Muchos tópicos hay en esta sociedad sobre el dinero. El mayor de ellos nos lo grabaron a fuego en nuestra infancia cuando nos dijeron que en la Biblia se decía que “es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre al reino de los cielos” (Mt 19,24)”.
Por ello, en nuestra sociedad católica, el dinero ha sido, desde un tabú en muchas conversaciones, a considerarse una “ordinariez” hablar de él en algunos ambientes, e incluso hasta la encarnación del mismísimo diablo.
Yo he escuchado decir a personas cercanas a la Iglesia que se ha interpretado mal la Biblia, pues en ella también está escrito que “donde está tu tesoro, allí está tu corazón” (Mt, 6, 21). Es decir, no es en la acumulación de riquezas donde está el problema; las riquezas son un bien social que permiten el progreso, sino que donde yace el problema es en la incorrecta utilización de ellas, que está más relacionado con la intención o el corazón de la persona que las administra que con la posesión de las riquezas en sí. Por lo tanto, esta creencia es una incorrecta interpretación de un mensaje, que no ayuda en absoluto.
De hecho, la filantropía es una práctica que siempre ha existido y seguirá existiendo. Ese es el claro ejemplo de que la acumulación de las riquezas es posible dedicarla a un fin que ayuda a la humanidad. Bill Gates, Mark Zuckerberg, Warren Buffet y en España Amancio Ortega, son claros ejemplos de buenas intenciones, generosidad y solidaridad en el reparto de sus riquezas.
Por ello, te comparto mi interpretación sobre el dinero, a favor de la creación de riqueza por los siguientes argumentos:
- El dinero es una muestra de lo útil que eres a los demás. Cuanto más dinero recibes, significa que estás aportando más a la sociedad: es sencillamente proporcional. Si apenas recibes dinero, es porque no estás aportando valor. Partiendo de que todos llevamos un tesoro en nuestro interior que compartir y ponerlo al servicio de otros, esta es una prueba necesaria para permitir brillar dicho tesoro y ponerlo a trabajar al máximo rendimiento. Como ves, ¡ganar dinero es una responsabilidad con la sociedad y a la vez con uno mismo!
- El dinero es una forma de plantar semillas por el mundo. Es nuestra responsabilidad que los frutos que generen sean de carácter amoroso, muy productivos y solidarios. Por eso mismo, cuando decidas comprar productos o servicios, elige al que vaya a hacer con ese dinero que tú estás entregando, algún fin que esté acorde contigo.
- Partiendo del principio de que cuando das, al mismo tiempo recibes, te animo a que destines una parte fija de tus ingresos a la beneficiencia. Cuando lo haces regularmente te convences a ti mismo de que eres abundante y que las riquezas llegan fácilmente hacia ti, y seguirás recibiendo de la misma manera e incluso en mayores cantidades, al mismo tiempo que inviertes en buenas intenciones en la sociedad. No importa que sea poca cantidad, sino que lo importante es la intención. ¡Ponlo a prueba, ya verás como funciona!
Espero que te ayude esta forma de entender la riqueza. Me encantaría que escribieras algún comentario y así favorecer el debate.
Mientras tanto, ¡feliz semana!
Cómo evitar tirarte de los pelos cuando pasa el tiempo y te das cuenta de que has vivido sin pasión
El pasado jueves, mientras preparaba el taller en el que nos juntamos 25 personas para hablar de la alta eficiencia, cayó en mis manos el artículo que ya había leído de la enfermera que trabajó en cuidados paliativos durante mucho tiempo. Allí ella vio como, a pesar de las vidas tan distintas que había llevado cada uno, la mayor parte de la gente, antes de morir, se arrepentía de básicamente lo mismo
Por esa razón, considero que es fundamental vivir con una misión cada instante de tu vida, y chequear periódicamente si estoy caminando hacia mi misión o por el contrario, me estoy alejando y entonces, rectificar.
Sí….ya sé que 4 pasos quizá te parezcan muchos, pero es que, en la mayor parte de los casos, hemos aprendido una forma de entender la vida que difiere mucho de la óptima para ser feliz, para atraer todo aquello que deseas y disfrutar.
Te aseguro que si empiezas a practicar estos consejos que te comparto, por muy poco que hagas, a nada que empieces a introducir alguno de ellos, los resultados te van a impresionar.
Eso es lo que me pasó a mí, y me llevó a cambiar mi vida, a armarme con todas estas herramientas que estoy detallando, y entender absolutamente TODO de otra forma completamente distinta, que me permite disfrutar de la vida cada segundo.
En este post de hoy, te describo la importancia de encontrar el Motivo o la Misión que hay detrás de un objetivo.
¿Sabes qué es lo que realmente quieres? ¿Para qué estás buscando mejorar, cambiar y conseguir ese logro que está al final del camino? Ese “para qué” es la esencia que hace que al final de una vida, al mirar atrás, te sientas orgullos@ del camino recorrido, del resultado logrado y alegrarte de haber vivido esta experiencia que de ninguna manera cambiarías. A continuación te doy unas razones de mucho peso para que lo medites y cómo averiguarlo:
1.Las personas que consiguen grandes resultados, las personas “altamente eficientes”, conocen muy bien ese “PARA QUÉ”; es la razón por la cual siguen adelante, y después de muchos intentos sin lograrlo, continúan y avanzan animados. No importa la decepción del tan temido “fracaso”, porque no lo interpretan como tal. Es un proceso de búsqueda y de mejora constante, hacia aquello que es más grande que ellos mismos, a lo que están destinados, lo que les guía.
2.Hay muchas pistas para averiguar tu “para qué”: sentir que tu vida ha sido útil para ti y para otros, que has sido amable, el saber que has amado y te han amado, que has dado generosamente y recibido sin esperarlo, que has mejorado la vida de otros, que has dejado tu huella en el mundo, o que has servido de inspiración para otros al mismo tiempo que te divertías…todos estos aspectos, te hacen sentir completo, y agradecido por la posibilidad de vivir una vida plena.
3.Estar conectado con esta “misión” requiere entrenamiento: practicar todos los días, y llevarlo en la mente y sentirlo continuamente, desde ahora mismo. Como todo, al principio te parecerá difícil, pero es que, partir del lugar del que partimos, y con las instrucciones de las que disponemos, (que son bastante escasas), requiere enfoque y disciplina. Un análisis al final del día, te dará pistas de si has vivido acorde a ello.
La ventaja de practicar esto, es que te permite, “desde ya”, experimentar el camino que nos brinda esa “ansiada felicidad”. No hay que esperar años, ni al final de una vida: ¡empieza ahora mismo!
¿Me acompañas en este camino? Mientras, te animo a que compartas tus comentarios y experiencias conmigo y te deseo un muy feliz día.
Presentación de Winspiration Day en Canarias de Reojo
Aquí os dejo el contenido del programa de radio en el que presentamos en sociedad el próximo evento de Winspiration Day en Canarias que podremos disfrutar el próximo 7 de mayo de 2017.
Este es solo el principio
3 recomendaciones para desarrollar una actitud poderosa
Después de convivir durante 4 días con 2000 personas de todo el mundo en uno de los lugares más ricos del planeta, he experimentado una sensación que he decidido que voy a vivir siempre; esto es una actitud concreta y generalizada de todas las personas con las que he coincidido. Es cierto que el ambiente ha propiciado que las cosas hayan salido así: un hotel de 5 estrellas, frente a la Bahía del río Coronado y al Puerto Deportivo, en San Diego, el origen del Estado de California, con un sol espléndido, una temperatura ideal, y mucha gente desplazada desde lugares tan dispares como Australia, Hong Kong, Rusia, Brasil… todos reunidos con un fin común: aprender cómo ser mejores personas, mejores profesionales, y servir al resto del mundo.
Como decía Ortega y Gasset, el ser humano es la única criatura de este planeta que tiene el poder de crear su propia vida. Eso significa que cada día iniciamos acciones e ideas que van a determinar nuestro futuro.
En ese sentido, el éxito o el fracaso no es cuestión de suerte, sino que es consecuencia de seguir una serie de reglas de comportamiento determinadas que cualquiera puede seguir. Y una de estas reglas es la ACTITUD concreta, esto es, el comportamiento expresado a través de acciones, sentimientos y estado de ánimo.
Suele ocurrir que, cuanto más arriba en una organización, o cuando las personas son más exitosas, aparentan ser más amigables, más divertidas y más felices. La clave es la siguiente: no están felices por estar en esa posición, sino que están allí por su actitud. Ya lo decía Goethe, “antes de hacer algo, primero tienes que convertirte en ello”
A continuación te doy unas recomendaciones para desarrollar una actitud poderosa, que si practicas a diario, dominarás y compartirás con la población más exitosa del planeta:
- Es nuestra actitud al comienzo de una dificultad la que nos va a traer el resultado que deseamos. Pelea por ello, inténtalo de todas las maneras posibles, buscando como resolverlo, disfrutando el camino, convencido de que vas a lograrlo, y de esa manera, llegará a ti.
- Es la actitud hacia otros lo que determinará su actitud hacia nosotros. Porque nuestro entorno es un espejo de nuestras actitudes y expectativas. La vida nos va a dar lo que nosotros esperemos de ella. Es la ley de causa y efecto.
- Antes de conseguir la vida que deseas, primero tienes que pensar, actuar, sentir y hablar como si fueras esa persona en la que deseas convertirte. Se trata de vibrar en la frecuencia de aquello que quieres ser, para convertirte en ello y así atraer más de lo mismo a tu vida.
Y lo más importante: depende de ti. Es tu decisión lo que te va a traer un resultado u otro. Olvídate de la suerte. La suerte se trata de estar en el momento oportuno, en el lugar oportuno con las cualidades oportunas, y mientras tú estés preparado, surgirán muchas oportunidades.
Cómo convertirte en tu mejor versión: paso 3
¿Vas en modo piloto automático?
Lo cierto es que la mayor parte del tiempo, más del 90 % de lo que hay en nuestra mente, según los expertos, es subconsciente; lo hemos aprendido de nuestro entorno, de nuestra familia, de nuestra experiencia, etc. Solamente, menos de un 10 % son pensamientos que elegimos conscientemente. Con esta proporción, 10 %/ 90 %, ¿quién crees que va a dominar nuestra vida? Por más que nos pese, es el subconsciente, ¡que desconocemos lo que lleva en su interior!
Para saber qué es lo que hay en el subconsciente, solo hay que hacer una cosa: observar nuestros resultados. ¿Son estos resultados los que deseas? Si es así, enhorabuena, y si no, tranquil@, hay una buena noticia: es posible cambiarlo, es posible “reprogramar” nuestra mente.
Nuestra forma de pensar se basa en creencias, que son una “especie de programas mentales” que tenemos “instalados” y son las que configuran nuestra vida. Ellas nos han permitido vivir y llegar a ser hoy como somos. Nos dan sensación de seguridad, y nos ayudan a que todo sea más fácil, pues la mayor parte de las veces, nos permiten vivir en “piloto automático”.
Te voy a mostrar un ejemplo: ¿te has encontrado alguna vez conduciendo hacia un sitio nuevo, y sin saber por qué, has llegado a casa o al trabajo, en vez de a dónde esa vez querías ir? En cuanto te despistas, y no pones atención, haces lo que es habitual para ti. Así trabajan las creencias. Si nos ayudan a conseguir lo que buscamos, las llamamos potenciadoras, y en el caso de que hoy ya no nos sirvan, las llamamos limitantes.
¿Cómo cambiar las creencias?
Hay muchas maneras de hacerlo. A continuación te muestro algunas alternativas para que lo hagas tu sol@:
1. Asociando mucho dolor a la creencia existente y que deseo cambiar. Para ello, se trata de sentir profundamente todo el dolor que esa creencia te ha generado en el pasado, y el posible dolor que generará en el futuro si no lo cambias. Por el contrario, asocia un increíble placer a la idea de adoptar una nueva creencia, y a los beneficios que te producirá a partir de ahora.
Por ejemplo, si estás interesado en dejar de fumar, sería recomendable que intentaras asociar mucho dolor, enfermedad, poca calidad de vida a la idea de seguir fumando, sintiéndolo profundamente en el cuerpo, y por el contrario, imaginarte con una capacidad respiratoria increíble, llen@ de vitalidad, y salud, disfrutando de la vida cuando no fumas ningún cigarro más.
2. Poniéndola en duda. Cuando hace unos 500 años, empezó a gestarse la idea de que la tierra no era plana, sino redonda, imagina las risas de muchos hacia aquel que había tenido esa “brillante idea”. A pesar de ello, se empezaron a planear viajes a las Indias, pero en vez de por el recorrido habitual, justamente en sentido contrario, atravesando el Atlántico. Muchos aventureros y valientes pusieron en duda la vieja creencia y se atrevieron a probar una nueva.
3. Creando convicción y seguridad sobre la nueva creencia. Continuando con el ejemplo de antes, efectivamente, con el descubrimiento de América y los sucesivos viajes a las Indias, y a Asia, la anterior creencia se quedó obsoleta y a partir de entonces la nueva creencia de que la tierra es redonda (o casi) es la que tiene vigor hoy.
Recuerda, que la forma infalible de conseguir cualquier cosa es siendo constante y practicando un poco cada día. Te animo sinceramente a que lo hagas. La vida ya no vuelve a ser igual cuando empiezas este camino, y te alegrarás siempre de haberlo hecho.
Y si te gusta este artículo, pincha en «me gusta» y compártelo ¡Compartir es vivir!
¡Feliz día!