Después de convivir durante 4 días con 2000 personas de todo el mundo en uno de los lugares más ricos del planeta, he experimentado una sensación que he decidido que voy a vivir siempre; esto es una actitud concreta y generalizada de todas las personas con las que he coincidido. Es cierto que el ambiente ha propiciado que las cosas hayan salido así: un hotel de 5 estrellas, frente a la Bahía del río Coronado y al Puerto Deportivo, en San Diego, el origen del Estado de California, con un sol espléndido, una temperatura ideal, y mucha gente desplazada desde lugares tan dispares como Australia, Hong Kong, Rusia, Brasil… todos reunidos con un fin común: aprender cómo ser mejores personas, mejores profesionales, y servir al resto del mundo.
Como decía Ortega y Gasset, el ser humano es la única criatura de este planeta que tiene el poder de crear su propia vida. Eso significa que cada día iniciamos acciones e ideas que van a determinar nuestro futuro.
En ese sentido, el éxito o el fracaso no es cuestión de suerte, sino que es consecuencia de seguir una serie de reglas de comportamiento determinadas que cualquiera puede seguir. Y una de estas reglas es la ACTITUD concreta, esto es, el comportamiento expresado a través de acciones, sentimientos y estado de ánimo.
Suele ocurrir que, cuanto más arriba en una organización, o cuando las personas son más exitosas, aparentan ser más amigables, más divertidas y más felices. La clave es la siguiente: no están felices por estar en esa posición, sino que están allí por su actitud. Ya lo decía Goethe, “antes de hacer algo, primero tienes que convertirte en ello”
A continuación te doy unas recomendaciones para desarrollar una actitud poderosa, que si practicas a diario, dominarás y compartirás con la población más exitosa del planeta:
- Es nuestra actitud al comienzo de una dificultad la que nos va a traer el resultado que deseamos. Pelea por ello, inténtalo de todas las maneras posibles, buscando como resolverlo, disfrutando el camino, convencido de que vas a lograrlo, y de esa manera, llegará a ti.
- Es la actitud hacia otros lo que determinará su actitud hacia nosotros. Porque nuestro entorno es un espejo de nuestras actitudes y expectativas. La vida nos va a dar lo que nosotros esperemos de ella. Es la ley de causa y efecto.
- Antes de conseguir la vida que deseas, primero tienes que pensar, actuar, sentir y hablar como si fueras esa persona en la que deseas convertirte. Se trata de vibrar en la frecuencia de aquello que quieres ser, para convertirte en ello y así atraer más de lo mismo a tu vida.
Y lo más importante: depende de ti. Es tu decisión lo que te va a traer un resultado u otro. Olvídate de la suerte. La suerte se trata de estar en el momento oportuno, en el lugar oportuno con las cualidades oportunas, y mientras tú estés preparado, surgirán muchas oportunidades.