¿Qué es lo que piensas sobre productividad? ¿Cuál es la definición que tú le das? O cuando te hablan de personas productivas, ¿quién te viene en mente?
La productividad no es hacer muchas cosas, sino que como la misma palabra lo dice, se trata más bien de producir resultados y además, resultados que importan y marcan la diferencia.
A veces pensamos que una persona que está muy ocupada es muy productiva y por eso es muy exitosa y causa de admiración. Y la realidad es que habría que ver si realmente esa persona, con tanta actividad y tanta ocupación, está avanzando hacia donde realmente quiere ir.
Y lo que es más importante: ¿cómo se siente en ese camino, está con energía, con vitalidad y duerme y descansa bien cada noche?
De esto te puedo hablar muy muy bien porque lo he visto conmigo y con numerosos clientes. Y es que podemos ser extremadamente productivos, ser especialistas y auténticas máquinas tachando listas de tareas pero al final del día, del mes o del año, nos damos cuenta de que nos hemos olvidado de lo más importante e incluso tenemos un serio problema de salud.
También he visto personas hiperocupadas haciendo infinidad de tareas laborales sin tiempo para nada más, defendiendo a muerte a sus clientes, lo cuál está muy bien.
Pero hasta tal extremo que se olvidan por completo de ellos mismos y su nivel y salud financiera se estancan, porque no le han dedicado ni una mínima atención, un básico que siempre es necesario.
Ser productivo conlleva un balance en la vida personal y profesional, porque no se trata sólo de producir, sino también de estar bien en el camino. Si no hay bienestar ni diversión en el proceso, no hay resultado que merezca ser conseguido.
Y es que para conseguir resultados en el largo plazo, la energía y el equilibrio son requisitos. Si no están atendidos, habrá resultados, pero no los habrá ni consistentemente ni en el largo plazo.
¿Cómo ser más productivo?
A continuación te voy a dar 3 claves básicas para empezar a hablar de productividad
Objetivos motivadores
En primer lugar, lo prioritario es establecer objetivos correctos y que tienen las siguientes características: que sean concretos, realmente inspiradores y motivadores y que además sean los que marcan la diferencia en tu mercado (o en tu vida personal, si estamos hablando de productividad personal).
Cuando persigues cada día una meta que te hace vibrar, que te desafía, vas a estar con muchísimas más ganas de dedicarle tiempo y comprometerte para lograrlo.
Si además este objetivo es compartido en grupo, te aseguro que avanzarás muy rápido porque el entusiasmo de cada miembro realimenta al equipo por completo.
Planifica fluir
A la hora de trabajar por ese objetivo, subdivídelo en metas que te permitan trabajar en modo “flow”, que se basa en lo siguiente: que no sean tan fáciles como para que te aburras con ellas, como tan difíciles para que te causen estrés al estar trabajando en ellas.
Del modo flow, ya escribí un post antes, así que si te interesa leer más información pincha aquí.
Cuida tu energía
En segundo lugar, enfócate en mantener un adecuado nivel de energía. Si no hay energía no hay vitalidad, no hay óptima actividad mental ni emocional y por tanto baja la capacidad de concentración y la agilidad mental.
En este sentido fíjate un hecho que es habitual y que es el pan de cada día en nuestra sociedad: la necesidad de tomar café para empezar a trabajar y “ponerse las pilas”. Lo que esto está demostrando es que el comienzo de la actividad laboral se hace estando “dormidos” o cansados.
Y por muchos cafés o excitantes que uno se tome, es imposible que esos aditivos igualen la capacidad de concentración y la brillantez de una persona que ha descansado bien y que cuenta con un buen nivel energético.
Por eso, si quieres alcanzar un alto nivel de productividad, es un requisito que cuides de tu nivel energético. De nuevo, sobre energía he hablado mucho ya en este blog, me apasiona y he trabajado con ella más de 20 años, por lo que te dejo aquí un enlace a algunos de los post que ya he escrito.
Puntos clave
Y en tercer lugar, determina cuáles son las actividades que son claves para tu productividad, para la consecución de ese objetivo que marca la diferencia. Tenlas muy claras, por escrito y asegúrate de que en tu jornada laboral más de la mitad del tiempo estás dedicado a ellas.
Al mismo tiempo, haz una buena planificación antes de ponerte con ellas. Si la planificación está bien hecha, vas a aprovechar sinergias, te vas a ahorrar pasos innecesarios, recursos y vas a reducir el tiempo dedicado a ello.
Cómo ves, las bases de la productividad visto desde este punto de vista, acompañan al bienestar de la persona, con lo que vamos a conseguir un doble objetivo:
- producir lo que realmente importa y a un buen ritmo,
- mientras disfrutamos y ganamos bienestar y felicidad en el camino.
¿Te animas? Ponte en marcha en este nuevo camino de la productividad y te aseguro que alcanzarás tus objetivos mucho antes, consistentemnte y en el largo plazo, mientras disfrutas de tu vida en equilibrio..
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