Me habrás oído hablar mucho sobre la mente, porque es un tema que me apasiona. Por eso, aquí te dejo enlaces a los post anteriores, para que si lo que hoy aquí te cuento te sabe a poco, que sepas dónde ir a buscar.
Como ya te he contado la mente tiene dos componentes: la mente consciente y la mente subconsciente. La mente subconsciente es la responsable de nuestros comportamientos en el día a día y por tanto de los resultados que conseguimos.
Si hacemos un símil con la informática, podríamos decir que la mente subconsciente es el conjunto de programas que tenemos instalados. Por eso, si eres un experto en ofimática, tus programas serán procesadores de texto,una hoja de cálculo, un programa para hacer presentaciones, o incluso un programa de gestión del correo electrónico.
Con ellos vas a ser buenísimo en la generación de informes numéricos acompañados de informes de texto extensos y detallados y harás unas presentaciones maravillosas.
En cambio, si te dedicas al diseño gráfico, los programas que te van a hacer falta van a ser otros: los usarás de creación y tratamiento de imágenes, editores de fotogramas, de creación de objetos en 3 dimensiones, de logotipos, etc. Con ellos serás capaz de componer imágenes realmente impactantes.
Como ves, en función de los resultados que desees crear, has de tener instalado el software adecuado y por eso:
- es muy difícil hacer imágenes que destaquen con herramientas de ofimática;
- es imposible hacer informes económicos con herramientas de diseño gráfico.
Por ello, la única manera de que nuestros resultados cambien, pasa por cambiar nuestra mente subconsciente y eso requiere de la instalación de los programas requeridos.También será necesario borrar algunos programas que ya no usas para que no entren en conflicto con los nuevos.
Determina tus objetivos
Para entrenar tu mente, el primer paso es determinar cuál es el resultado que estás buscando.
Esto, aunque parece tan simple, no lo es. La mayor parte de nosotros no nos hemos parado a pensar CON CLARIDAD qué es lo que realmente queremos.
Y vamos funcionando en automático como lo hemos hecho siempre, sin cuestionarnos si a estas alturas el fin que elegimos hace ya muchos años, ahora nos sirve. Créeme cuando te lo digo porque una gran parte de las dificultades e insatisfacciones de mis clientes están aquí.
Es fundamental que lo hagas con precisión, porque se trata de marcar el destino en el GPS y llegarás muy pronto si lo haces bien desde el principio.
Por el contrario, si lo eliges mal, te tocará darte la vuelta en medio del viaje y volver a empezar, con toda la pérdida de tiempo, energía y recursos que eso conlleva.
Por eso, párate a pensar y dedícate un tiempo e incluso algún día o varios días del fin de semana o de las vacaciones, para analizar este punto. Si lo haces, me lo agradecerás por el resto de tu vida.
Selecciona creencias y hábitos
En segundo lugar, cuando está clarísimo el resultado que estás buscando, entonces toca elegir el programa que te va a ayudar a llegar allí. Y te preguntarás, ¿cuál es ese? ¿cómo se hace eso?
Es un conjunto de creencias y de hábitos que te garantizan llegar a tu destino rápido y de manera efectiva.
De nuevo, esta etapa requiere de mucha meticulosidad. Porque si los resultados que estás teniendo no son los que deseas, eso implica borrarlo que has llevado hasta ahora e instalar los nuevos.
Y ojalá fuera tan fácil como conectarnos a internet, buscarlo en el buscador, descargarlo e instalarlo sobre la marcha. Y si no te gusta, lo eliminas e instalas otro.
En la mente humana, por ahora no es posible hacerlo así tan rápido; de hecho, la mayor parte de la población ¡ni sabe que existe esta posibilidad!
Una vez que sabes dónde quieres llegar, entonces toca seleccionar las habilidades y capacidades que hay que incorporar a la mochila, que conforman también el programa que hace falta; se trata de empezar a estudiar, de aprender de expertos, de practicar todo aquello que requiere el nuevo destino.
Y también desinstalar antiguos hábitos que ya no sirven y que van a entrar en conflicto con lo nuevo.
Por ejemplo, cuando empecé a jugar al golf, me tocó primero desaprender béisbol, que había practicado de pequeña y que requería agarrar con mucha fuerza el bate. Y lo sustituí por tomar el palo de golf con suavidad y aumentar la velocidad del giro para que la bola fuera lejos…
En el entorno empresarial, cuando trabajaba como ingeniera y liderando proyectos técnicos, los cálculos muy concretos con mucha precisión eran críticos; y en cambio al dirigir proyectos inmobiliarios me tocó olvidar por completo esa exactitud en los cálculos para pasar a pensar en términos de derecho urbanístico y entender de plazos, de legislación y de fiscalidad, algo más abstracto y más genérico.
Acción constante
Y el tercer paso: tomar acción de la nueva manera que requiere hacer las cosas y aprender técnicas y estrategias para ganar cada día más CONFIANZA en ello. Una manera efectiva de sellar la programación es mediante la REPETICIÓN, hasta que se convierte en un nuevo hábito.
Como prueba de esto, mírame a mí: ¡este es el post número 96! ¡Quién me iba a decir a mí hace unos años que iba a tener escritos casi 100 post en un blog, publicados en una web que lleva mi nombre, cuando apenas sabía lo que era eso y ni se me pasaba por la cabeza que me iba a gustar escribir!
Es la repetición lo que hace que cada día la práctica resulte un poquito más fácil y vaya mejorando en calidad. Es como hemos aprendido a hacer absolutamente TODO.
Recuerda también que TU ENTORNO es muy importante y que has de envolverte cada día en un AMBIENTE y rodearte de UN GRUPO DE INFLUENCIA que te impulse y te facilite llegar con disfrute a tu destino.
Espero que te haya gustado este post. Es el resumen de años y muchísimo estudio y experimentación conmigo y con otros y realmente¡FUNCIONA!
Un abrazo enorme y millones de gracias por estar aquí.