La mente es algo de lo que se ha hablado durante siglos y debido a que a lo largo de nuestra historia han habido muchas corrientes de pensamiento y filosofía muy distintas, el concepto de mente también ha sufrido muchas variaciones.
Algunas teorías dicen que «todo es mente» y por el contrario, otros dicen que le mente es el cerebro.
Como ves, este tema puede dar lugar a siglos (literal) de discursos en favor de una y otra teoría, lo que no es objeto de este modesto artículo. Por eso, te voy a dar 3 conceptos que funcionan en cualquiera de esas dos perspectivas tan dispares, la parte práctica que afecta a nuestro día a día y que realmente te puede cambiar absolutamente TODO.
En primer lugar, es que hay una mente consciente y una mente subconsciente. Las diferencias entre ambas son enormes y la fundamental es que la mente subconsciente es la que está continuamente en funcionamiento. Cuando dormimos, o incluso cuando estamos despistados, hay un programa de base que sigue trabajando solo, sin que nos demos cuenta y ese es el de la mente subconsciente.
Por ejemplo, seguro que te ha pasado que muchas veces, al terminar el día y salir del trabajo, vas conduciendo en tu coche, pensando en todas las cosas que te han ocurrido y de repente apareces en tu casa. La responsable de ello es tu mente subconsciente, que se sabe el camino y a pesar de que tú estés recordando, sacando conclusiones, o incluso tomando decisiones con tu mente consciente, ella te lleva a casa, ya que es tu programa de base, el de regresar después de una jornada laboral.
Por eso, la mente subconsciente es la responsable de los resultados que consigues, que son tu programa fundamental, como si de un programa informático se tratara. Si tu programación es acorde a la dirección o el camino al que vas, es perfecto, porque seguro que llegarás a tu destino. En cambio, si tu programación no es la apropiada , es imposible que consigas lo que te has propuesto.
Y bien, me dirás, ¿para qué me sirve esto que me cuentas? ¿Qué es lo que debo saber en relación a mi mente, como menciono en el título de este artículo? Y eso es lo que viene a continuación:
Tu programa determina tus resultados
Lo primero, es ¿cómo reconocer el programa subconsciente que llevo instalado, si como bien dice el nombre, es subconsciente? La respuesta es la siguiente: observa tus resultados: ¿son los que esperas, o por el contrario, no se parecen en nada o están muy lejos de lo que quieres conseguir?
Aquí te recomiendo que seas humilde y sincero contigo mismo. Y además, estate tranquilo, porque ¡hay solución! Si hoy te das cuenta de que no estás donde quieres estar, estás de enhorabuena porque desde hoy ¡puedes rectificar!
En segundo lugar, es contarte que estos “programas informáticos” que llevamos instalados se llaman «creencias», que se podrían definir como la manera de entender el mundo que tenemos. La mayor parte de estos programas los hemos aprendido sin darnos cuenta, en nuestra infancia, en nuestra familia, en el colegio, de las personas con las que nos hemos relacionado, en los entornos en los que hemos trabajado.
No se suele hablar claramente sobre ellas, sino que son “formas de pensar que se dan por verdaderas” en determinados ambientes y que muchas veces son válidas solo en ese entorno en concreto.
Cada proyecto profesional requiere su mentalidad
En mi caso, me he encontrado con “creencias” que adquirí cuando estudiaba en la Universidad, o cuando trabajaba en una multinacional y que en esos entornos eran consideradas como “certezas”.
En cambio, cuando desarrollé mis propios proyectos empresariales, esas creencias no eran válidas y chocaban por completo con la mentalidad empresarial que se vivía en mi casa; la suerte es que gracias a este conocimiento que hoy te estoy trasladando, me sirvió para detectarlas y cambiarlas por aquéllas que eran necesarias para esos nuevos retos.
Por ejemplo, para un empresario, un inversor o incluso un directivo con extra de responsabilidad, tanto el riesgo como el cambio son los estados habituales en los que ha de moverse. Ese era el pensamiento que me ayudaba a afrontar el día a día y con el que convenía que empezara mi jornada profesional. Era la manera en la que yo esperaba que se dieran los distintos acontecimientos y al estar preparada para ello, hacía que me resultara mas fácil enfrentarlos cuando ocurrían.
En cambio, cuando era estudiante o incluso cuando trabajaba como empleada para alguna empresa, eso no era un requisito y el estado habitual era el de la seguridad y la certidumbre, donde la mayor parte de las veces las decisiones se basaban en seguir protocolos y aplicar procedimientos que otros habían diseñado y donde el riesgo no era un elemento base.
En tercer lugar y además, el más importante, una vez que has detectado que tus resultados no son los que deseas y que tienes sospechas o incluso has reconocido tus «programas subconscientes», te voy a decir la manera de cambiarlos. Y esto es mediante la «repetición».
Es decir, si has detectado que detrás de tus resultados profesionales limitados hay una creencia base que te está perjudicando, simplemente con empezar a repetir diariamente la contraria, estás poniendo la semilla para que cambie.
De hecho, si lo piensas, la repetición de ir a casa todos los días después del trabajo, es lo que ha creado el programa subconsciente que te lleva cuando sales del trabajo, sin pensarlo
Por ejemplo, algunas creencias que pueden perjudicar tu rendimiento profesional pueden ser algo así como “el éxito está disponible para otros y no para mí”….Si te resuena esta frase, ¿a qué esperas para cambiarla por la contraria y empezar a repetirla cada día?
Algunas otras creencias que te pueden ayudar en el trabajo pueden ser las siguientes: “el trabajo es la manera de aportar mi granito de arena para dejar un mundo mejor” o el “trabajo es la manera mediante la que me voy a ayudar a mí mismo a crecer y también a mis seres queridos”… “ el trabajo es divertido” “ conozco a personas increíbles gracias a mi trabajo” ¡Se me ocurren muchísimas.! Cualquier afirmación que te gustaría sentir, la puedes convertir en parte de tu programa mediante la repetición.
¿Qué fácil, verdad?
Así es. Lo bueno de todo esto es que LA FELICIDAD, LA ABUNDANCIA Y EL BIENESTAR ESTÁN AL ALCANCE DE CUALQUIERA Y SON FÁCILES DE CONSEGUIR SI CONOCES EL PROCEDIMIENTO EXACTO. Aprovecho para contarte mi creencia básica sobre la vida, que ¡te recomiendo que te instales ya mismo!
Me encantaría que todo esto te sirviera para mejorar y que me contaras de qué manera te puede ser más útil y lo puedes sacar más partido.
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