Quizá estés de vacaciones estos días, aprovechando para descansar. ¿Qué tipo de vacaciones te gustan, de descanso o vacaciones activas?
Si son vacaciones activas, estarás buscando descubrir nuevos paisajes, culturas, saborear la gastronomía o incluso visitar monumentos o parajes naturales.
En este caso, seguro que has comprobado ya, que lo habitual es que cuando planificas con antelación, consigues organizar mejor tu viaje, llevarte menos sorpresas y sacar a los días el máximo partido.
En mi último viaje a Perú, sufrimos las consecuencias de la escasa planificación: tuvimos que prescindir de una región que nos hubiera gustado visitar, porque los horarios de los vuelos que nos encontramos allí no lo hacían posible.
Un viaje de este tipo es similar a una vida activa. Cuando planificas te das cuenta de donde estás y hasta dónde quieres llegar, lo que deseas experimentar. Es la única manera de que al final de tu viaje te encuentres satisfecho y pleno al ver que no se te ha quedado nada pendiente.
Porque hoy, da igual tu edad, tu situación económica, laboral o de pareja, incluso tu salud, con un plan en tu mano cambiarás tu destino.
Y es que si no tienes un plan te ocurrirá con mucha frecuencia que te despistes y sin darte cuenta aparezcas en lugares, en situaciones o con personas que no satisfacen.
Sin un plan tampoco sabrás cómo reaccionar cuando te sientas agobiado por lo que tienes delante e incluso es posible que te sientas engañado.
Las consecuencias pueden llegar a ser muy dolorosas:
- a menudo te sentirás perdido, sin una dirección a donde ir, sin GPS.
- También te resultará caro en términos de tiempo desaprovechado y también de dinero.
- Te encontrarás que pasan oportunidades por delante de ti que se te escapan porque no estás preparado.
- Sin un plan para cuidar tu salud, te puedes dar de bruces con la enfermedad.
- Sin un plan para tu carrera profesional, puedes acabar insatisfecho o cambiando cada dos por tres porque nada te llena.
- Sin un plan para tu familia también puedes acabar separado, divorciado sucesivas veces.
- Sin un plan para la educación de los hijos hay riesgo de terminar con problemas serios con ellos.
Y lo peor de todo, es que va pasando la vida, llegamos al final y en el último momento nos encontramos con remordimientos por lo que no hemos hecho, vivido o experimentado y por lo que nos hubiera gustado hacer, decir, o sentir y ya es tarde…
Por eso hoy estás a tiempo para tomar la decisión de trazar tu plan. Da igual que sea para este nuevo ciclo que comienza e incluso si es para tu vida en general, lo cual es todavía mejor.
Mi deseo para ti es darte unas claves muy sencillas para que empieces a trazar tu plan si no lo has hecho hasta ahora. Y si ya lo has hecho, seguro que hay algún punto que te va a enriquecer tu estrategia.
Cómo redactar tu plan en 3 pasos
A la hora de redactar tu plan, te recomiendo que sea breve. Que te resulte fácil leerlo una vez por semana. Recuerda que es posible que desde la brevedad genere mucho impacto. En este plan has de incluir como mínimo lo siguiente:
1. Piensa en el resultado final
Cómo quieres ser reconocido al final del ciclo. Si hoy te conectas con ese momento del final, te será mucho más fácil cargarte de energía y de fuerza para ponerte a ello. Cuando pones tu mente al final del proceso, ganas claridad para determinar cuáles son los pasos que podemos empezar a dar hoy.
2. Determina tus prioridades personales
Está claro que lo que opine tu familia o lo que requiere tu trabajo es importante. Pero piensa en detalle: ¿cuáles son tus prioridades?
Recuerda que este es un viaje muy largo y es imposible dar a a los demás lo que no tenemos nosotros mismos. Si estamos apasionados y contentos porque vemos cumplir nuestros objetivos personales, va a ser fácil darnos a los demás.
Recuerda que lo que no hagas tu por ti mismo, es muy difícil que los demás lo hagan por ti.
3. Determina acciones específicas
Las que harán falta para llegar el destino que deseas ver al final. Que sean sencillas. Ve al grano.
Reconoce donde estás ahora, dónde quieres llegar y cuál es la mejor manera para lograrlo, estableciendo pasos.
Estas acciones te servirán de punto de partida, aunque es muy probable que a lo largo del camino tengas que rectificar. Es parte del proceso de aprendizaje. Cuando pones acciones a tu plan, tienes todas las papeletas para que se convierta en realidad.
Y es crucial que consideres lo siguiente, que es lo que nadie te dice. Es también lo que impide a la mayor parte de las personas que logren sus sueños:
3+. Cuál será tu actitud ante imprevistos
Detalla en el plan cuál va a ser tu actitud cuando las cosas no salgan como esperas.
¿Qué es lo que vas a hacer, a quién vas a preguntar, con quién puedes contar, que alternativas tienes para descartar tirar la toalla?
Ya sabes que me encantan las preguntas bien cuestionadas. Porque ante ese tipo de preguntas, la respuesta es poderosa.
Por eso, aquí te dejo un par de preguntas que te puedes hacer para esos momentos: ¿Qué puerta se abre con esta experiencia? ¿Qué aprendizaje me trae?
Me encantaría que este pequeño documento que te propongo hacer sea tu GPS del ciclo. Ya sabes que incluso con el GPS a veces te confundes, pero es fácil volver al rumbo de nuevo.
También, has de tener en cuenta que a veces hay que actualizar el software, que a veces se estropea y requiere una inversión para poder seguir navegando con él. A veces será tiempo para instalarlo y aprender a manejarlo o dinero.
Empieza a escribir ese documento ya mismo. Da igual que estés de vacaciones activas o vacaciones de descanso: empieza a tomar acción ya y evita arrepentirte por no haberlo hecho.
Es mi regalo para estas fiestas.
Un abrazo enorme y te deseo de corazón que este nuevo ciclo que empezamos sea el mejor de tu vida.