Estos días están pasando asuntos muy “interesantes” en España. Son lecciones históricas de las que no abundan y desde luego que dejan huella. Conllevan muchas fricciones, resistencias y sufrimientos, pues hay implícito un cambio, y todos los cambios cuestan.
Implican abrirse a otras formas de pensar, y de actuar; incluso otras compañías, otros medios técnicos y humanos; y la adaptación, es mucho más compleja que seguir como siempre.
A mí me gusta mirar todo con la lupa del aprendizaje, para analizar los hechos, sacar conclusiones, y tomar nota para no repetir en el futuro.
El trasfondo que hay aquí es un tinte sentimental. Cuando uno siente una “bandera” o un país, o una religión, una familia, o un clan, es algo que se lleva “grabado en el corazón” y no se cambia tan fácilmente. Digamos que la gran mayoría de las personas de este planeta, rara vez varían los sentimientos que surgen desde lo más profundo del ser; tiende a ocurrir en ocasiones excepcionales, y ante eventos que suponen grandes shocks emocionales.
Y ante un sentimiento del corazón, la lógica y la razón tienen difícil entrada.
Siempre es posible cambiar la forma de mirar las cosas.
¿Qué enfoque es posible darle a este asunto para encontrar una solución?
Lo que estamos presenciando, es que por distintos motivos, existe un grupo de personas, en un país, pero que por distintas razones, no se siente al 100% como un equipo. PORQUE ES DISTINTO GRUPO QUE EQUIPO. En un equipo, absolutamente todos los integrantes, tienen el mismo fin común; hay comunicación, hay sinergias, y fruto de ello, el objetivo común se consigue de manera mucho más rápida que si cada uno fuera por su lado.
Cuando hay un grupo de personas trabajando de manera conjunta, quizá estén habitando el mismo espacio, compartiendo algunas reglas y procedimientos operativos; lo que pasa en este caso, es que no comparten el mismo fin. Hay diversidad de objetivos individuales, lo cuál obliga a la creación de distintos procedimientos y estrategias, y eso dificulta la comunicación, limita el poder de las sinergias, y desemboca en conflictos.
No me gusta hablar de que la “culpa” del conflicto la tienen unos “sí” y otros “no”; más bien creo que la responsabilidad es de todas las partes implicadas. Porque como decía mi padre, “dos no discuten si uno no quiere”. Por eso espero que cada parte asuma su responsabilidad, y el conflicto se resuelva.
Requisitos para un buen funcionamiento del equipo
¿Cuáles son los requisitos básicos para que un equipo funcione como tal, y no simplemente como un grupo?.
Desde mi punto de vista, han de darse los siguientes principios:
Liderazgo responsable y con visión
En primer lugar, la existencia de un equipo de liderazgo que tenga una visión clara, que entienda muy bien quiénes son, y tome el control y conduzca a los miembros hacia el lugar al que todos desean ir. Además, es capaz de ver lo mejor de cada integrante, lo mejor de cada miembro, y ayudarle a destacarse por ello. Al ser percibido como una ayuda o apoyo para cada individuo, es seguido de manera voluntaria por el equipo. No se impone, y no ejerce su fuerza.
En segundo lugar, el equipo de liderazgo ha de ser responsable, bien preparado, que conoce las reglas a las que están expuestos, que a la hora de tomar decisiones, cuida más el beneficio del equipo en su conjunto, y no prima ciertos intereses particulares. Escucha activamente, y está dispuesto a atender nuevas sugerencias de otros. Por su energía, entusiasmo, sus principios y coherencia, es capaz de ejercer influencia sobre cada miembro en particular.
Miembros que colaboran y que son generosos
Ha de haber una actitud de colaboración (y no de competencia), de solidaridad y de generosidad (y no de egoísmo), entre todos los miembros, anteponiendo los intereses globales del equipo, frente a los intereses particulares de cada uno. Además, absolutamente todos los miembros atienden las normas marcados por el equipo de liderazgo, son fieles a ellas, y no intentan quitarles su papel..
Entender esto requiere un nivel de conciencia individual determinado, pues en pocos grupos de personas se comprende que el bien del conjunto siempre será mucho más beneficioso para todos que buscar el bien individual. Esta es una de las tareas en la que cada persona hemos de trabajar; es una responsabilidad individual de cada uno.
Confío en que esta lección histórica que estamos viviendo, nos sirva para crecer como personas, como ciudadanos, como trabajadores, como empresarios, como país, como continente, como especie y como EQUIPO, y también seamos capaces de encontrar su aplicación al día a día, a nuestros equipos de trabajo y a nuestras familias. .
El poder de las sinergias
¿Te resulta familiar alguno de estos comportamientos en los equipos a los que perteneces? ¿En el equipo profesional en el que estás integrado, en tu familia, o en el equipo de fútbol?
Las personas altamente eficientes dominan esta información, y en todo momento saben qué lugar les corresponde, y actúan en consecuencia.
Espero que te haya gustado, lo practiques cuanto antes, y se lo hagas llegar a los miembros y líderes de los equipos a los que perteneces. Con unas reglas del juego conocidas y respetadas por todos, la convivencia es mucho más fructífera, y cada uno de los miembros va a llegar mucho más lejos que si viajara indvidualmente. Ese es el poder de las sinergias.
Como siempre, te animo a que lo compartas en las redes y se lo hagas llegar a muchísimas más personas. Porque recuerda: cuanto más das, más recibes.
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Muchísimas gracias