¿Sabías que, aunque parezca lo contrario, cuando hay disciplina y cuando hay una planificación, al final lograrás el día que deseas, la vida que deseas y lograrás tu libertad?
La única forma de ver cumplidos tus objetivos y tus sueños y vivir en paz es que tengas dos cosas: en primer lugar, un plan y en segundo lugar un método que lleve a ello.
Si por el contrario, te mueves atendiendo a los impulsos de todo lo que aparecerá en tu agenda, en tu ordenador, en tu teléfono, lo más probable es que te pierdas. Vivimos en el mundo del hiperestímulo y las distracciones están por todos lados.
La razón es que nadie deja nada al azar. Hay una ciencia que entiende muy bien como funciona tu mente y tu atención.
Hay muchas empresas que invierten enormes cantidades de recursos y de tiempo para entenderte cada vez mejor. Incluso mejor que tú te entiendes a ti. Y te aseguro que como no estés al tanto de esto, van a tomar el control sobre ti.
Por eso, la única forma de alcanzar tu libertad es planificando como llegar a ella. ¿Qué significa eso? Puede parecer muy algo utópico o incluso ambicioso.
Eso significa que reserves el tiempo en tu agenda para las cosas que te van a traer esa libertad: que haya un soporte escrito que te guíe en cuanto te despistes y que sea muy sencillo volver a ello para no perderte
En primer lugar: tus proyectos más importantes han de estar en tu agenda.
Planifica cada mes
Desarrolla el hábito de pensar una vez al mes en los proyecto más importantes, los que has de sacar adelante. Piensa en cada una de las actividades que conllevan cada uno de esos proyectos, los recursos y las personas de las que vas a necesitar Planifica la secuencia, el orden y los requisitos que se han de cumplir para su avance.
Cuando hablo de proyectos me gusta hablar de resultados: es decir, especificar exactamente el objetivo que estás buscando. Y además, cuantificarlo, porque será la manera de medir que has llegado a lo esperado.
Una vez que están claros todos los proyectos del mes, divídelos en semanas y repártelo de forma equitativa. . Consiste en cortar en trocitos el gran elefante para ser capaz de comerlo trozo a trozo…Es decir, llévalo de lo general a lo particular, a pasos más concretos
Planifica cada semana
Es fundamental que te sientes una vez a la semana para ver si estás cumpliendo tu plan y qué es lo que hay que rectificar.
Ante todo: no se trata de escribir interminables listas de tareas sin ton si son, y tachar las que sí que están resueltas. El objetivo es ser capaz de ver la evolución desde arriba, a vista de pájaro, pensando en la estrategia, para poder rectificar cuanto antes.
Y a veces la rutina no te va a permitir rectificar a la velocidad que tú deseas. En ese caso, no te sientas mal. Yo suelo decir que en el mar es imposible frenar en seco a un barco que va a elevada velocidad. Hay veces que las estrategias tardan un tiempo en cambiarse y en adaptarse.
Y sobre todo esto ocurre cuando estás empezando. Cuando eres novato y estás dando tus primeros pasos, es normal equivocarse. Por eso no te sientas mal por ello ni te fustigues. Es con todos esos errores en donde uno forja su experiencia y su maestría.
Planifica cada día
Y en tercer lugar, cada día siéntate por las mañanas a planificar el día, atendiendo a esa previsión semanal. Que sea lo primero que hagas. Olvídate de las demandas de los demás o de lo que es urgente. Haz lo posible por mantenerte aislado y empezar el día con un tiempo para tu planificación. Porque incluso en esa planificación vas a colocar lo urgente.
La mejor forma de saber si estás haciéndolo de acuerdo a lo que has pensado antes, es dividir tu día en bloques de tiempo y asignar escrupulosamente las tareas que has de cumplir a ellos. Porque si no los rellenas con intención, con las actividades que te llevan a tu libertad, será el azar quién se encargue de hacerlo.
Recuerda que a más planificación para los proyectos que realmente marcan la diferencia, más tiempo que te va a sobrar para estar con las personas que te importan, más tiempo libre, más tiempo de calidad con tus seres queridos.
O incluso más tiempo de calidad contigo, en las actividades que más disfrutas, que te hacen vibrar y que es necesario que practiques con regularidad. Como me decía estos días un cliente que es un CEO de una gran empresa: si la máquina que son el cuerpo y la mente no funcionan, no funciona nada.
Por eso, la única manera de ver si estás dejando tiempo a tus proyectos y a tus actividades importantes, es comprobando si en tu agenda está reservado el tiempo para ello.
Lo que está marcado en tu agenda es lo que de verdad va a captar tu atención. Es a lo que le estás dando cabida en tu vida. Es a lo que te vas a dedicar. Y lo que no esté ahí, se te olvidará y se quedará en manos del azar.
Espero que te haya gustado este post y te pongas a planificar tu día y tu vida ya. Ponte en marcha para lograr tu libertad.
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