¿Alguna vez te has encontrado en la situación de cuestionar que quizá no deberías haberte hecho tantas ilusiones, porque ahora no habría decepción?
Como entrenadora de alta eficiencia, he observado a personas muy felices y con excelentes resultados personales y profesionales cuestionando este asunto.
Lo cierto es que la filosofía oriental habla mucho así, e insisten en que lo correcto es despegarnos de la consecución de un resultado. El objetivo es evitar el sufrimiento.
Y aquí hay algo un poco contradictorio: hasta los más elevados maestros orientales espirituales practican su fe y su oración y meditación porque tienen la expectativa de cada vez hacerlo mejor y estar más cerca de su Dios.
Mi teoría es que pensar así no es lo que más nos beneficia porque nos limita. Limita lo que podemos conseguir, lo que podemos disfrutar, la gente a la que podemos conocer. Limita la calidad de nuestras relaciones, de los proyectos en los que nos involucramos.
También nos limita de experiencias y sensaciones maravillosas que están esperando por nosotros cuando nos arriesgamos. Y por supuesto, limita nuestros resultados y la posibilidad de vivir plena e intensamente.
En lo que sí que estoy de acuerdo, es en despegarnos de un resultado muy concreto, porque muchas veces la vida, el tiempo, la suerte o el universo o como quieras llamarlo, decide otra manera de entregarnos aquello que buscamos e incluso de una forma más conveniente.
Hay muchas ventajas de tener expectativas y te las voy a enumerar a continuación.
Piensa en grande
En primer lugar, nos permiten pensar en grande y soñar con ese futuro deseado, ese proyecto, ese viaje, esa aventura que tanto nos apasiona. Nos permiten sentir la excitación y la ilusión desde el primer momento en que pensamos en ello.
Y cuando nos atrevemos a seguir ese pensamiento y ese sentimiento, crecemos en experiencias, ampliamos nuestro conocimiento y nos enriquecemos como personas y profesionales. Es decir: las expectativas nos permiten CRECER Y MEJORAR, Y NOS PERMITEN CREAR NUESTRO DESTINO.
Aumenta tu confianza
En segundo lugar fortalecen nuestra confianza y nos permiten vivir con tranquilidad. Imagínate algunos casos extremos: un bombero apagando un incendio, que se pone a la tarea sin ninguna expectativa de apagarlo. Imagínate que un médico se pusiera a operar a un paciente sin pensar que le puede aliviar y dejarle mejor. O un caso más del día a día: imáginate que te montas un avión sin ninguna expectativa de llegar a tu destino.
Las expectativas favorecen lo que yo llamo el DOBLE CICLO DE LA CONFIANZA. Y es que crearlas, en primer lugar, PROPORCIONA CONFIANZA, porque nos hacen sentirnos seguros en el entorno para poder así actuar con tranquilidad, sin miedo, sin ansiedad.

Y en segundo lugar, perseguir estas expectativas nos obliga a FORTALECER LA CONFIANZA EN NOSOTROS MISMOS. También las capacidades para afrontar cualquier situación que venga, independientemente de lo que sea.
Como dice el presidente y dueño de la Compañía Air Europa, Juan José Hidalgo: LOS PROBLEMAS NO ME ASUSTAN. QUE VENGAN. YA VERÉ COMO RESOLVERLOS
Atraes aquello que eres
Hay otra ventaja fundamental de las expectativas: te conviertes en una antena para el universo o para la vida. O para el tiempo, como quieras llamarlo y acabas atrayendo aquello que esperas.
Ello es debido a que con tus expectativas diriges tu atención y tu visión de y con ello te acercas a las oportunidades que coinciden con eso que has imaginado.
Porque las oportunidades siempre están ahí. Lo único que hay que hacer es estar preparado para verlas y agarrarlas al momento.
Por eso te voy a dar 3 formas de tratar con las expectativas:
En primer lugar, CREE EN TI. Desarrolla habilidades que te hagan sentir con más confianza para perseguir tus expectativas por muy grandes que estas sean.
Como hemos visto, las expectativas sustentan la confianza y vicecersa, por lo que cualquier acción que apoye la confianza en ti mismo te va a ayudar a ello.
Si quieres ampliar un poco más, chequea en este blog porque ya hemos hablado de la confianza en más ocasiones.
Ama la persistencia
Actúa y no te pares. Independientemente del resultado. Cuando empieces irás viendo como tu confianza va a aumentando cada día, con la ventaja de que también tu autoestima y te sentirás muy satisfecho y feliz por tus avances.
Es la acción con intención, coherente y constante la que acaba produciendo resultados, por muy inalcanzables que estos parezcan a priori.
Cuida tu grupo de influencia
Y en tercer lugar, rodéate de un grupo de influencia que te apoye, te impulse, te ayude a crecer. Que sus conversaciones te enriquezcan y te animen. Que te permitan confiar en ellas y crear expectativas positivas en ti, en ellos y en el mundo.
Somos seres sociales que necesitamos de los demás. Y cuando tu entorno vibra contigo, se crean sinergias que producen resultados espectaculares. Además, estas personas harán que tu camino sea más fácil.
Espero y deseo que te ha gustado este post y te animes a fijar expectativas ambiciosas que te permitan brillar intensamente. Un abrazo enorme y muchas gracias por estar aquí.