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El éxito es algo que todo el mundo busca. Es la panacea. Es lo que a veces algunos nos muestran para ponernos en marcha y motivarnos a actuar de una determinada manera.
Lo importante es que estoy convencida de que si tú me cuentas hoy a mí cuál es la definición que tú das al éxito, es muy distinta a la mía.
Si definimos el éxito como la adquisición de algo, o el cumplimiento de un hecho aislado o determinado, podría entenderse que sólo está disponible para unos pocos.
Y esa definición que da a unos y quita a otros va en contra del principio que considero de partida que dice lo siguiente: la abundancia está disponible para todos por igual.
Ahora sí, es la responsabilidad personal que cada uno toma, la que determina si somos capaces o no de experimentar el éxito.
Para mí el éxito es la posibilidad de ser, sentir, expresar y hacer lo que deseo, cuando deseo, con quién deseo, donde deseo y las veces que deseo, para un objetivo valioso.
Cómo ves, para mí el éxito es disponer de libertad para elegir cualquier aspecto de mi viday dedicarlo a un objetivo que realmente lo merezca porque beneficia a todos los implicados.
Lo valioso de esta definición es que la he elegido yo, nadie me la ha impuesto. Y lo he hecho aplicando el mismo criterio con el que defino el éxito: la he elegido libremente.
¿Cuál es la manera de conseguir el éxito?
Desde esta definición está claro: encontrar la manera de conseguir libertad en todos los aspectos de la vida, por un fin que realmente lo valga, para los demás y para mí mismo.
Implica atender a los siguientes aspectos:
–Cuerpo: Que tu cuerpo te dé libertad y te apoye y no suponga ninguna limitación para hacer, expresar, sentir y ser lo que te has propuesto.
–Psicología: conseguir que tu mente esté perfectamente preparada para la libertad emocional y la libertad de pensamiento. Que te ayude en la toma de decisiones necesarias para alcanzar esa libertad.
–Productividad: implica incorporar una manera eficiente de pensar, sentir y actuar, para llegar cuanto antes a ese estado de libertad.Implica tomar responsabilidad y tomar decisiones que nos acerquen a la libertad.
–Influencia: implica impactar a los demás positivamente, tanto a nivel personal como profesional, para ayudarles a cubrir sus necesidades, a cumplir sus sueños y también que al mismo tiempo nos ayuden a nosotros a conseguir los nuestros. Se trata de ser capaces de establecer relaciones ganar-ganar que beneficien a todos los implicados.
–Misión: supone que toda la actividad esté alineada con el propósito que nos hace vibrar; que cuando hablamos o pensamos sobre ello, nos pone los pelos de punta y nos impulsa a inspirarnos, a levantarnos y tomar acción cada día.
–Dinero y abundancia: consiste en encontrar el nivel de dinero y abundancia que nos da esta libertad. Lo bueno de todo es que aplicando todo lo anterior, con unos pequeños ajustes, tanto el dinero como la abundancia vienen solos.
Éxito y alta eficiencia
Si me has seguido o me has leído en otras ocasiones, estos 6 aspectos son los que se estudian en la alta eficiencia.
Por eso soy una apasionada de ello, e incluso he decidido enseñarlo; porque según decía mi mentor y amigo Fernando Moreno, cuando eres capaz de explicar algo a los demás y estos lo entienden y lo integran, es que tú lo has entendido e integrado perfectamente. Y mi objetivo es cada vez integrarlo y entenderlo mejor, para cada día ser más libre y ayudar a los demás a serlo.
¿Te animas? Ponte en marcha en el camino de la libertad y te aseguro que sentirás la sensación de éxito cada instante, cada hora, cada día,cada mes, cada año y siempre. Mientras, echa un vistazo el libro de mi amiga Lidia Monzón, «Éxito Divina Cuestión», que seguro que te ayuda con ello.
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