Sí, definitivamente depende de nosotros que el día sea una terrible o un auténtico éxito.
Y si encadenas muchos días ruinosos, te aseguro que la consecuencia será una vida ruinosa: Empezará por una semana, un mes, un año donde predomine el malestar, la poca motivación, la insatisfacción y el sentir que has perdido el rumbo por completo.
Me encantaría que cuando leas este post de hoy compruebes si eres un candidato para lograr lo que prometo en el título. Si reconoces en ti aunque sea uno solo de estos hábitos, te recomiendo que hagas una prueba por cambiarlo y hacer justo lo contrario. Y luego me digas cuál ha sido el resultado ¿vale?
Siembra un pensamiento y cosecharás una acción; siembra una acción y cosecharás un hábito; siembra un hábito y cosecharás un carácter; siembra un carácter y cosecharás un destino
Swami Sivananda
Como dicen dos sabios Sivananda y William James, cada uno de nuestros actos que repetimos en el tiempo, se convierten en hábitos, que crean un carácter, una personalidad. Y la consecuencia es que creamos un destino.
Así de simple: nuestras acciones de hoy condicionan nuestro destino. Por eso, cualquier momento es perfecto para repensar cada una de las consecuencias de nuestras. Y en cuanto encontremos algo que no nos encaja, actuar para cambiarlo.
Patricia Canada
Normalmente, las alarmas que nos indican si vamos o no por el buen camino suelen ser muy sutiles.
Vivimos tan deprisa y con tanta actividad que no nos da tiempo a pensar y funcionamos en piloto automático. Por eso, ganar sensibilidad para detectar si las alarmas están encendidas o no, es una cualidad que nos conviene desarrollar cuanto antes.
Por mi parte, hoy te voy a hablar de 3 hábitos que es muy probable que tú tengas, porque son de lo más habitual. Te aseguro que ninguno de ellos te están ayudando en absoluto.
La primera de ellas es muy probable que suponga algo desafiante para ti….y es que ¡me encanta romperte los esquemas!
Dormir poco
y necesitar un café o dos nada más levantarte para empezar el día.
Si cuando te levantas lo que te pide el cuerpo es ir automáticamente a por un café es probable que no hayas descansado lo suficiente.
La mayor parte del país no duerme e intenta suplir las horas de sueño por excitantes.
Y sé honesto contigo mismo: ¿realmente crees que una persona que apenas ha dormido y se atiborra a cafés, bebidas estimulantes, va a tener la misma brillantez mental, la misma creatividad, la misma energía que una persona que viene descansando diariamente las horas que su cuerpo le demanda?
El sentido común dice que no ¿verdad? Pero es que el sentido común es el menos común de todos los sentidos.
También te puede ocurrir, que se haya convertido en tu hábito y que su penetrante aroma sea tu ritual. Y hasta que te parezca que imposible empezar el día sin un café.
Cuando en la realidad es todo lo contrario: cuando no hay adicción a la cafeína, la prueba de que has descansado bien es no necesitar ese café. Retador, ¿verdad? ¿Qué opinas?
Encender el teléfono nada más despertarte
para ver el mail, las redes sociales o el Whatsapp.
Es una realidad que la mayor parte de nosotros vivimos enganchados a los móviles. Y en muchos casos nos hemos convertido en adictos a ellos.
Sentimos la necesidad de estar conectados y de recibir noticias del resto del mundo continuamente. Tanto que, salir de casa por la mañana y olvidar allí el móvil se puede convertir en una tragedia para más de uno.
Lo que lleva implícito esa actitud es que empezamos el día atendiendo las demandas y las necesidades de los demás. Y por esa misma razón, desatendemos las nuestras propias.
Patricia Canada
Si ponemos el foco fuera es imposible ponerlo dentro.
Y por esa misma razón, estamos quitando atención a nuestros proyectos, a nuestros sueños, para dársela a los proyectos de los demás.
Empezar el día sin un plan
a cumplir y sin objetivos concretos.
Y esto es también muy típico. Tanta vida social, tanta interacción e interrelación hace que desde primera hora de la mañana ya haya alguien esperando de nosotros y demandando nuestra atención.
Es cierto que gran parte de nuestro trabajo y el objetivo de nuestro servicio es atender y servir a los demás.
Pero si esto lo hacemos sin un plan y dejamos que sea el azar, sin criterio y sin dar prioridades a los que ocupan nuestra agenda, al final del día habrá arrepentimiento. En ese caso, lo máximo a lograr si todo va bien, será como mucho haber tachado algo en la lista de tareas.
Eso del plan o la estrategia a largo plazo será ciencia ficción o para el día que tengas tiempo. Y que como ese día no se planifica nunca, se queda en el limbo.
Qué, ¿tienes alguno de estos hábitos? Si es así, ¡tranquilo!, que no “panda el cúnico”. Te voy a proponer un reto: escribe aquí un plan de acción para cambiarlo y te prometo que el siguiente post que publique será explicándote los 3 hábitos para que tu día sea un éxito rotundo. ¿Te animas?
Esto lo hago así porque he comprobado que cuando tú te pones activamente y te implicas en tu proceso de cambio, vas a llegar mucho más lejos que si yo lo hago para ti. Y créeme que me interesa que te pongas en marcha ya de la forma que te permita que todos tus días sean un auténtico éxito.
¿Qué me dices?
Un abrazo grande y muchas gracias por estar aquí.