¿Quieres aprender cómo conseguir excelentes resultados, con consistencia, mientras disfrutas cada día como si fuera el último?
Es aplicando la Alta Eficiencia, que significa conseguir resultados a un ritmo superior a lo considerado estándar, de manera consistente y en el largo plazo, mientras experimentas cada día la satisfacción y la plenitud.
Es algo distinto a ser muy productivo y conseguir grandes objetivos muy rápido, con la única premisa de llegar allí.
Probablemente esta es la definición de productividad que has escuchado hasta ahora y estoy segura de que tú ya lo has logrado en numerosas ocasiones. Ha estado muy de moda y ha sido objeto de admiración y reconocimiento y seguro que muchos te consideran un fuera de serie en ella.
Pero se ha demostrado que solo eso no sirve a largo plazo, ya que se corre el riesgo de quedarse estancado cuando se han conseguido excelentes resultados; o porque uno se siente vacío en esa cima soñada, pensando ¿era esto lo que buscaba, ya está?; o de perder la motivación por el intenso trabajo en mucho tiempo que llega a quemar.
La experiencia nos dice que los sprints están muy bien en ocasiones, pero es imposible correr toda una maratón a ese ritmo.
No nos vale correr 40 km a velocidad de sprint y por supuesto, esto tampoco:
Si has escuchado antes mi historia, sabrás que yo experimenté personalmente estos 3 aspectos y lo veo muy a menudo en mi entorno y en mis clientes; y después de ver y sufrir las más crudas consecuencias, no me parece un modelo válido ni recomendable en absoluto.
El mayor beneficio de la alta eficiencia es que mucho más que el resultado se aprende a disfrutar el proceso, porque en todo momento hay una sensación de confianza, incluso de alegría y plenitud, de saber que uno está viviendo y expresando lo mejor de sí mismo y siendo y experimentando cada día lo que estaba destinado a ser.
La premisa básica parte de cuidar todos los áreas vitales de una persona, a nivel personal y profesional y que la hacen plena. Porque si das mucha atención a una faceta a costa de descuidar las demás, aparece un sumidero, un desagüe y hay riesgo de que todo nuestro esfuerzo y energía se fugue por ahí y colapsemos.
Las áreas en las que se basa la alta eficiencia y que te animo a que empieces a incorporar ya en tu vida, son las que te cuento a continuación. Recuerda que has de cuidar CADA UNA DE ELLAS.
- Productividad, porque sí que importa conseguir objetivos que realmente merecen nuestra dedicación y entrega y hacerlo a un buen ritmo. Para ello, empieza a fijar procedimientos para ser productivo cada día, cada semana, cada mes, cada trimestre y cada año.
- Influencia, para impactar en nuestro entorno, para ayudar a los que están a nuestro alrededor a crecer cada día como personas y como profesionales. No solo en tu entorno profesional, sino también en tus seres queridos. Se trata de crear éxito en tu entorno, que cuando es compartido el disfrute es muchísimo más grande.
- Cuerpo y mente: porque sin contar con estos elementos como aliados, nada más será posible. Aquí está la base del bienestar y hay que entenderlo y dominarlo. Trátales a ambos como su fueran tus mejores amigos y verás los resultados.
- Atiende a tu propósito: para que cada día estés avanzando en la dirección de lo que realmente importa, que te llena y te carga de fuerza. Además para que el día que te vayas de este mundo estés satisfecho y no te hayas dejado nada pendiente.
- Y por último, aumenta tu dinero y tu abundancia: porque cuando los experimentas diariamente y van creciendo es una prueba de que estás dando un buen servicio a los demás y de que les estás siendo muy útil. Se traduce automáticamente, en una confirmación de que vas por el buen camino y te ayuda a experimentar cada día más libertad.
El resultado de aplicar todo esto es que vives con mucha alegría y pasión cada día, siendo muy productivo y abundante, sintiendo cómo tu cuerpo y tu mente te apoyan, con ganas de aprender; también impactando a los demás y una gran confianza y potencial creativo, conectado continuamente con la razón por la que estás aquí.
Y ese es el resultado del éxito personal, que los demás empiezan a percibir; y por tanto te conviertes en una persona admirada, que sirves de modelo a otros; y vas a estar encantado de ver cómo demandan tu ayuda, tus servicios, porque estarás preparado y confiado para dársela con la máxima efectividad.
Como ves, vivir en alta eficiencia es VIVIR EN PLENITUD al mismo tiempo que IMPACTAS A LOS DEMÁS A HACER LO MISMO. ¿Te animas? Me encantaría acompañarte.
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Un abrazo grande y ¡muchas gracias por estar aquí!