¿Te has encontrado en algún momento en el que piensas que los demás te cargan demasiadas responsabilidades, más de las que debieran, y estás haciendo demasiados favores?. ¿Te ves a menudo comparándote con los demás, y sientes que a tu alrededor hay mucha competencia? O, ¿te cuesta en ocasiones relacionarte con otras personas porque te ves tímido, o porque piensas que no te ven del todo bien? ¿O incluso a veces se meten contigo, aunque sea “ de cachondeo”, y aunque no te guste en absoluto, no eres capaz de responder, porque en el fondo, piensas que un poco te lo mereces?
A mí también me pasaba eso. Y un día me cansé. Decidí que esa situación no me estaba sentando nada bien y que lo iba a cambiar. Entendí donde estaba el problema y empecé a solucionarlo. Me llevó un largo tiempo, no fue tan fácil. Y a medida que estudiaba, me di cuenta que la gran mayoría de las personas de las que me rodeaba tenían el mismo problema que yo.
Hoy en día, después de haber estudiado y experimentado bastante con muchas personas, me doy cuenta de muchos de los problemas de ricos y pobres, feos y guapos, directivos y trabajadores, tienen su raíz aquí.
Te aseguro que si te ocupas en mejorar esto de lo que voy a hablarte hoy, te vas a encontrar muchísimo mejor; primero contigo mismo, y después en tus relaciones con los demás. Empezarás a notar cómo te miran de otra manera, con más respeto e incluso admiración, y contarán más contigo. Y eso te hará sentirte todavía mejor aún. …
¿Te interesa? Sigue leyendo. Te va a ayudar muchísimo.
De lo que te voy a hablar es de la autoestima. Quizá te des cuenta de que efectivamente, tu autoestima está un poco tocada; o por el contrario, piensas que no está tan mal. La manera de ver como está tu nivel de autoestima se mide por dos cuestiones básicamente:
Merecemos ser felices y estamos capacitados para resolver cualquier desafío.
En primer lugar, el respeto por uno mismo, que significa, que en el fondo de nuestro corazón, aceptamos que somos merecedores de obtener lo mejor, la felicidad, y pensamos que todo lo que nos hace disfrutar está absolutamente disponible para nosotros.
En segundo lugar, creemos en nuestras habilidades y capacidades para resolver los problemas que la vida nos pone delante.
Si te das cuenta, ambos puntos, son aspectos a considerar mirando hacia dentro. Dependen exclusivamente de nosotros, y es nuestra responsabilidad puntuar positivamente en ambos.
Nuestro entorno nos hace de espejo.
Lo que ocurre es que cuando alguno de ellos no está bien, nuestra autoestima se resiente, y enseguida nos lo van a mostrar los demás. Nuestro entorno nos va a hacer de ESPEJO, nos va a reflejar aquello que nosotros proyectamos.
Para cualquier persona, la autoestima es un asunto a revisar periódicamente, pues la educación, la historia y la cultura en la que estamos inmersos, no ha sido un caldo de cultivo para favorecerla; más bien todo lo contrario, por lo que si nos dejamos llevar, y no estamos atentos, ésta se resentirá.
Las claves para una alta autoestima.
¿Qué hacer para ganar en autoestima?
Lo cierto es que es algo que lleva su tiempo, pues los cimientos de nuestra educación están grabados en nuestro subconsciente, y cambiarlo requiere dedicación. Hay muchísimos libros y trabajos de profesionales que se dedican a ello, pues realmente una alta autoestima es esencial para el bienestar de la persona.
Te voy a dar las pautas básicas, que son muy valiosas para reforzarla:
Ganando perspectiva.
En primer lugar, ser consciente, es decir, capaz de ver y analizar con perspectiva todo lo relacionado con nuestras acciones, valores, y nuestras metas, y responder a lo que ocurre en nosotros y en el entorno, eligiendo en consecuencia. Un ejemplo de esto sería detectar qué movimientos importantes están ocurriendo a nuestro alrededor, pensar sobre la mejor opción, y tomar decisiones en consecuencia, sin rehuir, o dejando pasar el problema, o para resolverlo mañana.
En segundo lugar, aceptándonos a nosotros mismos, estar siempre de nuestro lado, dispuestos a sentir, tanto lo que me gusta de mí como lo que no me gusta, y entendiendo que a veces cometemos errores, y estamos aquí para aprender de ellos. En este sentido es muy importante elegir muy bien los valores que van a regir la vida de cada uno, pues nos vamos a adaptar a ellos, y actuar con coherencia,.
Como ejemplo de esto te propongo un ejercicio: ponte enfrente de un espejo, en el que te veas por completo, (preferiblemente desnudo) y percibe lo que sientes, a medida que miras. Habrá cosas que te gusten, y otras no tanto. Se trata de ser capaces de decirnos, con sinceridad: “a pesar de estos defectos que no me gustan de mí, me acepto completamente”
Ser responsable es llevar el control.
En tercer lugar, sentir que vivimos con sensación de control en nuestra vida. Esto se traduce en asumir la responsabilidad de lo que hago y de los resultados que consigo.
Porque si asumimos el control, de nosotros va a depender la conducta en nuestras relaciones, en las comunicaciones con los demás, en como empleo mi tiempo, elijo las personas de las que me rodeo, e incluso en la felicidad en la vida. Si me responsabilizo de ello, voy a tomar acciones para vivir cada día con felicidad.
Por ejemplo, si elegimos que la familia es muy importante para nosotros, y luego en la realidad nos encontramos que estamos siempre trabajando, y que ni en los fines de semana, ni entre semana dedicamos tiempo a nuestros seres queridos, porque” el jefe o la empresa me exigen muchísimo”, esa inconsistencia y esa falta de responsabilidad nos pasarán factura, pues estamos siendo traidores a nosotros mismo.
Ama y disfruta cada día.
Y por último, y no por ello menos importante., demuestra amor a la vida, que se traduce en unas ganas locas de disfrutar, de expresar a los demás lo que eres de verdad, eligiendo metas que te apasionen, aunque las veas muy grandes y lejanas, pues, eso nos impulsará a sacar lo mejor de nosotros, y nos va a guiar cada día.
Como ves, son puntos muy importantes, y que requieren poner atención, y que las ventajas de hacerlo, te van a traer muchos beneficios de todo tipo.
Por eso, estate atento al espejo que es el mundo exterior, y cuando veas que algunos de los síntomas mencionados al principio se cumplen, es porque conviene tomar acción.
Es un requisito para tu felicidad, y cualquier persona altamente eficiente, considera esto como básico.
Como siempre, te animo a que compartas este artículo en las redes y se lo hagas llegar a muchísimas más personas. Porque recuerda: cuanto más das, más recibes.
Y si no estás suscrito a mi blog o a mi canal youtube, hazlo ahora, pues te enviaré contenido gratis periódicamente que estoy convencida que te va a ayudar en tu camino de ser altamente eficiente, en cualquier área de tu vida e independientemente de las circunstancias externas.
Muchísimas gracias
Un abrazo grande.