Hoy te hablar de cómo ser más influyente, para que te resulte más fácil generar impactos positivos en tu entorno, que te ayuden a ti a crecer al mismo tiempo que ayudas a los demás a que también lo hagan.
La influencia es la habilidad para dar forma a las creencias y comportamientos de otros de una manera determinada. Significa que con ella, es posible conseguir que la gente crea en tus ideas o crea en ti, que te compre tus productos y servicios, que te siga o actúe de la manera que tú les pides, sin ejercer autoridad sobre ellos.
Desde luego que cuando esto ocurre se crea una relación y una reciprocidad, por lo que la persona influyente también será influenciada por esa persona a la que está intentando influir.
Lo que yo te propongo es algo distinto a la manipulación: porque te hablo de ser directo y transparente con las personas de tu alrededor y de decir explícitamente qué es lo que quieres de las personas, sin utilizar ningún arte oscuro, ni ninguna técnica de hipnosis o manipulativa.
Está demostrado que sin desarrollar la habilidad de influir es imposible conseguir éxito en cualquier aspecto: es decir, la influencia es un requisito para el éxito. Porque cualquier resultado requiere de la colaboración de otras personas. Es a través de ellas como vas a lograr tus objetivos: porque te van a ayudar, te van a proveer de lo que te hace falta, te van a comprar tus productos o servicios, o porque te van a acompañar.
Por el contrario, sin influencia no hay colaboración de los demás ni tampoco ningún resultado válido
¿Y cuál es la manera de empezar a ejercer influencia? Hay una clave, que crea conexión inmediata con las personas: el entusiasmo. Todos los líderes de la historia que han influenciado a masas lo han demostrado. El entusiasmo todo lo empapa y todo lo afecta; se contagia y se expande fácilmente.
Es el mayor comunicador que hay en la tierra y cuando enciendes su mecha, invita al movimiento, a la excitación a la pasión, al empuje, sin parar. Si hay entusiasmo, llegará el éxito, la motivación y la felicidad.
Te sirve para impactar a tu familia, a tus hijos, a tu equipo, a tus socios y colaboradores y también para conseguir que te compren tus productos o servicios.
Esto seguro que lo has experimentado ya en tus propias carnes: a mí me ha pasado. Más de una vez he comprado algo porque he sido atendido por un vendedor especial. Lo que le diferenciaba era que comunicaba con un contagioso entusiasmo las ventajas de ese producto o ese servicio que me estaba ofreciendo.
Y es que cuando hay entusiasmo hay amor. Surge una emoción que sale desde el corazón y que impregna todo lo que toca y se conecta con el corazón de los demás.
Por eso, para desarrollar entusiasmo, lo más sencillo es practicar el amor y la apreciación por todo lo que nos rodea: la casa en la que vives, la comida que comes, la belleza de la que te rodeas, las personas de tu entorno. Simplemente, apreciar y amar tu existencia, cada día, es la semilla para empezar a vivir en entusiasmo.
¿Otra manera de conseguir entusiasmo? En primer lugar, cuando te conectas con tu sueño verdadero, que creas con tu imaginación y lo traes al momento presente y te hace vibrar; y en segundo lugar cuando diseñas el plan, empiezas a ejecutarlo y te das cuenta y sientes que ahora sí que es posible que llegue.
Una vez que estás en ese estado de ENTUSIASMO, es mucho más fácil ejercer influencia sobre las personas. ¿Cómo se hace?
Enseñándoles a pensar de otra manera
De esa forma que sabes que es buena para ellos y también para ti.Porque es posible generar una situación ganar-ganar y que sea un camino fácil, cuesta abajo con puertas abiertas, sin resistencias.
Además haciéndoles ver las ventajas de pensar así y todas las ganancias que van a conseguir. Porque está demostrado que lo que piensas, lo que crees, al final lo acabas creando en la realidad.
Desafiándoles
Para que ellos mismos vean y experimenten que son capaces de crecer, de desarrollarse y convertirse en mejores personas y mejor profesionales.
Para ello has de creer en las personas, amarlas y ver el gran potencial que hay dentro de cada una; incluso muchas veces aunque ellos no sean capaces de verse a sí mismos tan poderosos ni tan grandes como tú les ves.
Predicando con el ejemplo
Para mí, esta es mi preferida. Porque la mejor forma de demostrar un resultado es desde la coherencia, enseñando las consecuencias que suponen pensar, actuar y vivir de una determinada manera.
También es la que menos desgaste supone, porque implica ser auténtico, ser natural, ser uno mismo, sin fingir ni tener que demostrar nada excepcional, sino solamente lo que uno es.
Espero que te hayan gustado estas claves para ganar influencia en tu entorno. Es la forma de acelerar la consecución de tus sueños, por lo que me encantaría que me contaras si estás haciendo algo y si no por donde va a empezar.
Un abrazo enorme y muchas gracias por estar aquí.