En el post de hoy te voy a hablar de cómo interviene la energía en el éxito de todo lo que te propones. Esto implica no solo conseguir extraordinarios resultados, sino también disfrutar plenamente el camino.
Del éxito ya hemos hablado antes aquí. Y como me encanta el tema y pienso que está al alcance de cualquiera si conoce la receta yo te voy a hablar de una que funciona.
Está extraída de los cerca de 30 años que he estudiado y puesto en práctica hábitos de la ingeniería energética. Primero en entornos tecnológicos, después en los negocios y por último con las personas.
Además, la he comprobado con personas de mucho éxito que he conocido y también con líderes de pensamiento mundial a los que he estudiado y conocido personalmente.
Para empezar, te voy a hablar de Einstein. Sus teorías han cambiado los avances en el siglo XX y el XXI. De hecho, las actuales investigaciones científicas sobre partículas y materiales parten de todo el legado que él dejó.
Éxito es transformación eficiente
Él decía que la energía ni se crea ni se destruye, sino que se transforma. Y además te voy a recordar algo que, seguro que ya has oído, pues es tan antigua que los griegos ya hablaban de ello: no hay vacío, sino que hay éter.
Pues bien, juntando estos dos principios, mi teoría es que tú puedes partir del éter, que es energía y transformarlo en lo que desees. Es decir, ni crearlo ni destruirlo, sino transformarlo.
Por eso, el éxito se basa en transformar la energía de manera eficiente.
Yo te voy a dar los hábitos que hacen que esto sea posible:
Precisión en tu objetivo
En primer lugar, determinar con precisión para qué quieres la energía: cuál es tu objetivo concreto. Cuanto mejor lo definas, menos dispersión y por tanto mejor rendimiento.
Se trata de destinar todos los recursos para lo que realmente importa, con enfoque, sin producir efectos colaterales no deseados.
Cuanto más afines, muchísimo mejor porque tu intención se va a centrar en lo único. En lo fundamental. Yendo al grano vas a minimizar los esfuerzos innecesarios, y eso te garantiza lograr antes tu objetivo.
Eliminar las pérdidas
En segundo lugar, minimiza las pérdidas de energía. Eso significa que todo lo que entra en tu sistema se quede para conseguir el fin deseado.
Esto es muy fácil explicarlo con la alimentación: cuando comes muchos alimentos que llevan calorías vacías y apenas vitaminas, estás obligando a tu cuerpo a que haga una digestión pesada que conlleva mucho trabajo; es decir, mucha aplicación de energía para un resultado inútil.
En cambio, una alimentación que ayuda al organismo en vez de perjudicarle, requiere poca energía para su digestión. Es la mejor manera de aprovechar al máximo la energía para un fin útil.
Esto lo puedes aplicar para cualquier aspecto. También para tu mente, metiendo en tu programa pensamientos y órdenes que te ayudan a crecer; y también en relación a las personas y a tu productividad de la que te rodeas, que todo ello sea para ayudar a mantener la energía y no derrocharla.
Entrenamiento para lo nuevo
En tercer lugar, acostúmbrate al miedo que va a venir con los cambios. Porque tu sistema de supervivencia está diseñado para funcionar en piloto automático ante lo conocido. Por eso, se va a estresar y va a sentir miedo cuando le quieras sacar de tu zona de confort. Pero es que a veces la zona de confort no es nada confortable y estás limitando en ella tu potencial, e incluso es incómoda y lo pasas mal.
Entrénate para afrontar lo desconocido, aunque al principio sea un poco incómodo. Porque es la práctica la que hará que deje de serlo. Y con el tiempo eso que era desconocido, va a ser una nueva conquista, va a estar dentro de tu entorno habitual. Habrás expandido tus límites y te habrás convertido en una persona más grande y en un mejor profesional.
Además, es necesario expandirse para que en ese tamaño mayor, con esa mayor capacidad que tienes ahora, te quepa más abundancia de todo aquello que deseas.
Óptima frecuencia de vibración
Y por último, llena tu sistema de buena energía, de buenas ondas. De excelentes vibraciones que te hagan sentir bien: de alegría, de amor, de apreciación, de gratitud…Acuérdate de vigilar continuamente cómo estás y cómo avanzas, y asegurarte que estás disfrutando el camino. Es la clave para ser más productivo.
Porque con tu actitud, tú puedes elegir tu estado en cada momento. Con práctica y entrenamiento, es posible experimentar profundamente cada momento y vivirlo intensamente. Y eso es lo que te va a quedar al final: la sensación de que te lo has pasado en grande y lo has disfrutado.
Porque tú dime, ¿de qué te sirve un resultado, por mucho que sea el más deseado, si lo que has sacrificado para llegar allí han sido muchos momentos de dolor y sufrimiento? ¿Estás dispuesto a sacrificar tu bienestar, tu felicidad por conseguir algo en un futuro que por mucho que parezca bueno, hasta que no estés allí no vas a saber cómo te hace sentir?
Qué, ¿cómo ves estos hábitos para el éxito? Los puedes aplicar en cualquier entorno. Así que me encantaría que los pusieras en práctica y me contaras.
Un abrazo enorme y muchísimas gracias por estar aquí.