Seguro que has escuchado el dicho: «no hay buen viento, si no hay un destino prefijado». Para los que se mueven en entornos marineros, esta frase es muy típica. Hasta lo decían en la Biblia, por lo que ¡no es nada nuevo!
Porque, ¿qué es un día excepcional para ti? Defínelo, para que tengas claro en qué consiste: ¿qué es lo que haces?, ¿de quién te rodeas?, ¿qué es lo que sientes que te hace disfrutar tanto?. Porque si no sabes cuál es tu destino, es imposible que llegues.
Diseña tu vida extraordinaria.
Y aquí por favor no me digas que es el día de tu boda, o el día que nació tu hijo, pues es poco probable que todos los días sean así.
Más bien te pido que mires atrás, y pienses en un día habitual, en el que te sentiste muy bien: ¿qué hiciste, cómo te sentiste y qué ocurrió en tu vida?
Mira a ver, de ese día, qué puedes incorporar en tu día a día HOY. Quizá es una reunión con algún amigo, o una llamada de teléfono, o una cena especial con tu pareja, con ese vino que tanto te gusta. Quizá fuíste al cine y viste una película muy buena. ¿Cómo te levantaste ese día, qué desayunaste y qué comiste? La idea es que te des cuenta de que hay días que están muy bien y tampoco ha ocurrido nada excepcional: ver con quién conectaste, a quién ayudaste, qué sentiste, y encontrar la manera de incorporar esos sentimientos en tu día a día; para que así sea posible que todos los días sean excepcionales.
Cualquier cosa que escribas es perfecto, es correcto, y es sólo válido para ti. Para cada persona, será distinto.
Lo que se agenda, se hace.
En segundo lugar, una vez que lo hayas definido, me gustaría que por la mañana, antes de hacer nada, justamente después de levantarte, dedicaras 5 minutos a planificar dónde vas a introducir eso que has definido como excepcional y lo incorpores en tu agenda, y en tu calendario. Pues si lo agendas, lo haces, y si no lo agendas no lo haces.
Si quieres empezar a vivir cada día de otra manera, hace falta hacer las cosas de otra manera, y eso implica introducir cada día estos 5 minutos de planificación que probablemente antes, nunca hayas hecho. Piensa que es la rutina a incorporar para vivir cada día de manera excepcional, cada semana, cada mes, cada año, y una vida excepcional.
Eres el jefe de tu vida.
Por último, un tercer hábito, antes de acostarte, chequea cómo fue tu compromiso: qué tal te sentiste, qué te resultó difícil, qué te resultó fácil, en qué te equivocaste y qué crees que es posible cambiar para mejorar.
Pasar revista, medir, y controlar es un requisito para seguir e cumplimiento de un proceso. En las empresas se hace así, y para eso suelen estar los jefes, que nos miden nuestros resultados. Aquí el jefe vas a ser tú, porque a partir de ahora vas a ser el jefe de tu vida, y este es el primer paso que has de dar.
Empieza hoy mismo, y te alegrarás toda tu vida. Escribe el día que es hoy, el día que decidiste tomar las riendas de tu vida, y empezar a vivir una vida excepcional, que se inicia viviendo un día excepcional.
Yo cada vez conozco a más personas que consiguen sus sueños, que cambian y mejoran de vida de manera radical; y me encanta rodearme de personas como ellas, porque me inspiran y me animan a seguir adelante por este camino.
Por último, comparte esta información con un compañero, y te invito a que lo hagas a la vez con él. Pasaros revista el uno al otro, y así será más fácil que os motivéis y vayais cambiando vuestra vida rutinaria por una vida excepcional. Porque las alegrías compartidas saben muchísimo mejor, y llegan muchísimo más fácil. Ponlo a prueba.
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