Estoy segura de que si estás trabajando cada día en conseguir tus OBJETIVOS, y estás en el camino de sacar partido al máximo, tanto de tu vida profesional como personal, a veces no es nada fácil. Es más, es muy probable que de vez en cuando te sientas sobrepasado. Te has puesto muchos RETOS, en distintos ámbitos, estás atendiendo a demasiados asuntos a la vez, y quizá tus expectativas están siendo demasiado exigentes.
El problema de ser exigente contigo mismo y de marcarte metas tan altas es este: quizá te has pasado al marcarte objetivos. Tienes intención de cambiar tu entorno, tu empresa, a tu familia, y con ello te cargas de mucha responsabilidad. Y te sientes capaz de hacerlo, muy motivado, y además, lo estás haciendo muy bien y tienes talento. A veces te entran ganas de echar la culpa a todo: al tráfico, al cliente pesado de hoy, al horario, o al objetivo de las narices, y te cabreas y maldices todos.
Por otro lado, si piensas con objetividad y te ves desde fuera, desde arriba, te darás cuenta de que hay muchas personas que tienen más hijos que tú, que ganan menos dinero, que tienen la vida más incómoda, y más responsabilidades en su trabajo.
Por eso, en primer lugar, quizá el problema radica no en la cantidad de asuntos que tienes en la lista de espera, sino en cómo te estás enfrentando y como te estás tomando esos asuntos. Ya, no me digas que estoy siendo injusta contigo. Estás intentando hacer lo mejor posible y encima vengo yo a decirte que el problema lo tienes tú.
Estoy intentando mostrarte todo de otra manera, DESDE OTRA PERSPECTIVA y hacerte de espejo para que tú mismo tomes decisiones. Cuando estás en el camino de ser mejor persona, asumir más responsabilidades, ser mejor profesional, poner objetivos más ambiciosos, en resumen: DE IR AL SIGUIENTE NIVEL, no es fácil y no viene todo dado. Nos hemos de acostumbrar a manejar otro ritmo, otra energía, y eso afecta a nuestro cuerpo, y nos hace sentir muy incómodos. Lo que va a pasar es que cuando estemos en ese siguiente nivel, nos acostumbraremos a ello, y en breve empezará a pasar lo mismo: fijaremos nuevos objetivos, y empieza otra vez este proceso de nuevo.
¿Qué más hacer en estos casos?
En primer lugar, darte cuenta de que quizá estamos en EL JUEGO DEL EGO. Probablemente nos hemos marcado esos retos porque queremos llegar a ser X, y para eso hemos de hacer Y, en el plazo de tiempo definido T, lo que supone que hemos de hacer hasta 28 actividades ahora. Por eso te digo: PARA, y ANALIZA: ¿realmente esto tiene que ser hecho ahora, de esta manera, en este plazo de tiempo? Sé sincero contigo. ¿Estas forzando demasiado, en vez de estar fluyendo?. La mayor parte de las veces, las cosas que pensamos que son imprescindibles no lo son, y es más, no pasa nada si no las hacemos. Me encanta desafiar a las personas con esto, e incluso conmigo misma.
Porque seguro que te ha pasado ya: lo dejas abandonado porque de repente te vas de viaje, y cuando vuelves, nadie ha hecho nada, y realmente no ha pasado nada grave; no había tanta prisa, no hay ninguna tragedia, y tú antes pensabas y actuabas como si fuera a ser así. Por eso MIRA A VER QUÉ COSAS DE ESAS QUE TE DICES QUE TIENES QUE HACER YA, HAN DE RECIBIR ATENCIÓN YA MISMO. Es probable que mirando con otra perspectiva, automáticamente, tus prioridades cambian y al menos se relajan.
Otro aspecto a tener en cuenta es que CUIDES TU ENTORNO y te rodees de personas que te apoyen y te ayuden, te den soluciones, al igual que tú se las das a ellas. Te gusta estar rodeado de personas así, ¿verdad? Por eso mismo, no te conviertas en la típica persona que está quejándose de todo, del tráfico, del tiempo, de lo difícil que es el día a día….sobre todo cuando son cosas con las que vas a tener que lidiar porque no dependen de ti. El tráfico va a seguir estando, a no ser que te mudes a otra zona donde no te haga falta coger el coche; el clima va a seguir siendo el mismo, hasta que llegue la primavera, o el verano o el otoño, y el humor de esa persona de la que te quejas no va a cambiar porque tú decidas que ha de cambiar.
Por eso, CAMBIA TU ENFOQUE SOBRE LAS COSAS CON LAS QUE ESTÁS LIDIANDO, y deja de invertir energía, de hablar o de pensar de todo lo que no depende de ti, e invierte tu esfuerzo y tu inteligencia en aquello que sí lo hace. Empieza a pensar como mostrarte cada día más alegre, más feliz, con más energía, más resolutivo, más amoroso, más empático. Te aseguro que en cuanto lo hagas, tu entorno te lo va a devolver con la misma moneda.
Otro aspecto para frenar este AGOBIO, es empezar a DECIR NO. Un NO ROTUNDO Y PUNTO. A PONER TUS LÍMITES. Cuando no lo haces, los demás se acostumbran a cargarte con muchas responsabilidades. Y al final, te has echado tanto encima, que además no te corresponde, que tienes tanto peso que no te puedes ni mover. En cuanto empieces a decir NO, vas a notar el RESPETO de los demás, que te van a liberar de carga automáticamente; y como consecuencia te vas a sentir muy bien contigo mismo; además, con energía y tiempo para hacer lo que REALMENTE TE IMPORTA. Aprender a decir NO Y SENTIRTE BIEN CON ELLO, es el precio que has de pagar para empezar a hacer aquello que te gusta, lo que te hace sentir bien, y que está de acuerdo a tu misión.
Y por último: APRENDE A RELAJARTE EN MEDIO DE TODA ESA TENSIÓN. Y esto último sí que te animo a que te lo pongas como un desafío. Pues este desafío te va a sentar muy bien, va a favorecer tu paz mental, tu equilibrio emocional y con ello tu bienestar físico. Por eso, aprende a dirigir tu cuerpo y a llevarle a los estados a los que tú quieras llevarle. Aprende ejercicios de meditación, de relajación, de respiración, que te van a ayudar a ello. En el Instituto de Alta Eficiencia, constantemente estoy innovando y poniendo en práctica conmigo y con personas nuevas técnicas para manejar la energía, en el cuerpo, la mente y las emociones, en las relaciones con los demás y hay mucha información en este sentido que he compartido en este blog. Por eso te pongo a continuación enlaces a información que he publicado que va en esta misma dirección.
Mi objetivo es vivir cada día con alegría, con energía, con la certeza y la seguridad de ser siempre la mejor versión, en cada momento, consistentemente en el largo plazo, para afrontar cada día retos que nos hagan mejores profesionales y mejores personas, y marcar la diferencia constantemente. Y eso es lo mismo que he intentado transmitirte en este post, porque me haría muy feliz saber que tú estás en el mismo camino, pues cuando conoces esta forma de vida, no hay opción a dar marcha atrás. Por eso, me encantaría que me escribieras y me contaras qué ocurre cuando lo pones en práctica, ¿vale? Esto es ser altamente eficiente, y cuando empiezas a saborearlo, como te digo, ya no paras, no se te ocurre ni por asomo volver a ser la misma persona de antes.
Un abrazo grande