A lo largo de mi vida profesional y personal he tenido la suerte de conocer, trabajar codo con codo e incluso asociarme con personas con mucho éxito profesional, ese que los demás ven desde fuera. Y aunque está claro que hay unos aspectos de carácter internos de la persona de los que ya te he hablado en otras ocasiones, hoy te voy a contar sobre aquellas características que he observado en el aspecto profesional, comunes a todas ellas, que hacen que sea posible culminar tantos proyectos con aparentemente tan buenos resultados.
En primer lugar:
creen en ellos mismos
creen que son capaces de conseguir cualquier meta que se propongan. Tienen una certeza absoluta de que van a llegar a sus objetivos, una confianza plena en sus capacidades. Tienen una idea, fruto de una inspiración y con el total convencimiento de que ellos son merecedores de esa idea, van a tomar acción para conseguirla. Porque sin acción no hay nada. Se dan cuenta de que mediante su acción, están adquiriendo libertad y por eso no paran hasta encontrar la manera.
Hay mucha voluntad, persistencia y consistencia. Y a pesar de que los resultados no sean siempre los esperados y menos al principio, siguen buscando la forma de lograrlo. Cada vez se hacen más expertos y van aprendiendo más en el camino, porque dan por hecho que el resultado llegará.
Son conscientes de que las cosas no salen a la primera y por tanto están acostumbrados a buscar la manera. También se dan cuenta de que su carácter se ha moldeado en las dificultades, y que gracias a ello hoy son capaces de conseguir muchísimo más que antes. Han aprendido, se han desarrollado y se han forjado una personalidad que les permite cada día llegar más lejos, y asumir retos cada día más grandes.
Por eso no se desinflan ante las dificultades. Al contrario, se crecen con ellas y están convencidas de que estas dificultades que hay en el camino están para ponerles a prueba, para que saquen lo mejor de sí, porque ellos son capaces de resolverlo. Y no solo esto. Mucho más.
A lo largo de este proceso,
desarrollan disciplina
Está claro que al principio requiere voluntad, pero una vez que han forjado el hábito, ya se convierte en algo normal. Desarrollan sus estrategias y sus tácticas, las que mejor resultado les va dando. Y cada día dan un paso en la dirección de aquello que desean conseguir. A base de prueba y error van encontrando su método.
La mayoría de ellos, se dan cuenta de que estudiando y aprendiendo de otros, se llega mucho más rápido y por tanto no dudan a la hora de requerir de profesionales que les asesoren y les faciliten el camino. Son conscientes de que no se puede saber de todo y que lo mejor y más práctico es saber dónde y a quién preguntar eso que les está retrasando.
En muchos casos y cada vez más, tienen profesionales a su lado que les apoyan mental y emocionalmente y les recuerdan sus fortalezas y les retan, porque saben que cuando tienen que rendir cuentas, su progreso es mucho mayor.
Son lo suficientemente humildes para reconocer que siempre hay alguien que sabe más, del que se puede aprender y que les puede ayudar: porque la humildad es la virtud imprescindible para la persona que quiere mejorar.
Tienen claridad, un fin en mente
que les guía. Y en base a eso, todos los días VISUALIZAN y se conectan con ese estado final deseado. Han descubierto que la visualización les trae orden a su mente, así como una percepción más clara y más seguridad de lo que van a atraer a su vida. Son responsables y saben que sus resultados dependen de ellos mismos. Saben que el fin buscado finalmente llegará, porque ya están acostumbrados a ello y mediante la visualización consiguen que llegue cada vez más rápido.
Quizá la suerte les ayude en algún momento, pero también están convencidos de que la suerte se busca y que todo lo que acaban creando depende enteramente de su actitud. No creen en la lotería, pues saben que la verdadera lotería te toca todos los días y es el resultado del trabajo y de la dedicación.
Y por último, vigilan ciertos detalles que son cruciales: aquellas variables que son imprescindibles para mantener un entorno de equilibrio. Porque sin equilibrio, solo hay fugas y al final se corre el riesgo de que el sistema colapse.
Y esto implica revisar dos aspectos fundamentales: prevenir que la salud esté atendida y tomar acción para mantenerla a punto, así como vigilar la cuenta corriente y ver que todo está en orden y que hay un flujo de liquidez; ellos conocen el nivel de liquidez que va a permitir seguir adelante con los proyectos y están atentos a que este nivel progrese adecuadamente.
¿Cómo te ves tú en estas cualidades? ¿Confías plenamente en ti? ¿Has desarrollado tu disciplina y la practicas fielmente cada día? ¿Visualizas para que tus resultados lleguen antes? ¿Vigilas tu salud y tus finanzas para que tanto tú como tus proyectos mantengáis el equilibrio?
Me encantaría que todo esto te ayudara y que me contaras cómo te puede ser más útil. Además, para ampliar esta información te invito a que veas los vídeos que he preparado sobre cómo visualizar y como cuidar y hacer crecer tu dinero, que verás aquí en breve.
¡Un abrazo grande y hasta pronto!