Es muy sencillo, y para medirlo, solo hace falta responder a la siguiente cuestión, a nivel personal y profesional:
¿Te crees tú el causante del rumbo que está tomando tu vida?
Te hago la pregunta de otra manera: ¿vives en la responsabilidad o en la culpa?
Las personas exitosas, viven la vida con responsabilidad: la asumen en todas las facetas de su vida; en quiénes son, dónde están, cómo están, y en todo lo que les sucede.
Como sugiere el lenguaje, esta palabra, se puede dividir en dos: respons-abilidad, es decir, la habilidad para elegir la respuesta a todo lo que ocurre a nuestro alrededor. La ventaja de enfrentar la vida o cualquier proyecto desde esta perspectiva es que OTORGA TOTAL LIBERTAD, y es independiente de si la situación o las circunstancias son las esperadas o no. Pues con responsabilidad, si no te gusta lo que hay, eres libre de iniciar y provocar el cambio.
Cuando no tomas responsabilidad y culpas a otros, a las circunstancias, al pasado, al destino, o la suerte, estás eliminando la posibilidad de cambiarlo. Lo estás dejando en manos de otros, que muy probablemente no estén tan interesados o implicados como tú, en llevar el proyecto o la vida a dónde tú deseas llevarlo.
El camino hacia el éxito.
Las dificultades y los problemas nos ocurren a todos, y la mayor parte de ellos están fuera de nuestro control. Pero hay una solución para “dar la vuelta a la tortilla”: es en “cómo ENFOCAMOS Y COMO RESPONDEMOS A ESAS CIRCUNSTANCIAS” lo que marca la diferencia entre el éxito y el fracaso. Y esta respuesta, está por completo bajo nuestro control.
Las personas exitosas, saben que no hay excusas; asumen que nadie puede hacer las cosas por ellos, y que si ellos no las hacen, quedarán sin hacer. Ellos marcan sus propias reglas, lo que buscan, lo que desean a todos los niveles, y estos niveles son elevados. Se dan cuenta de que la mayor parte de las limitaciones se las pone uno mismo, y por eso apenas entienden de imposibles
Son conscientes de que lo importante no es lo que haya ocurrido, sino la respuesta que se da a ese hecho, lo que determina que haya éxito o fracaso. También, de que todo requiere su tiempo, y están dispuestos a mantenerse con perseverancia con esta perspectiva, y con esta actitud todo lo que haga falta.
Los hábitos a evitar.
Las personas que fracasan, son unos maestros en la culpa; culpabilizan a todos y a todo: la economía, el gobierno, la crisis, el tiempo, a sus vecinos, a los ricos, a los pobres, a los ancianos, a los jóvenes, al sistema, a sus padres, a sus jefes, a sus compañeros de trabajo, a sus hermanos, a sus empleados…..a la vida en general.
Se sienten VÍCTIMAS, y por tanto se han despojado de todo su poder, cediéndoselo a no se sabe quién, y por tanto son incapaces de actuar.
Me gusta mucho la definición del psicólogo Werner Erhard que dice algo así como:
“Responsabilidad no es una carga, un fallo, un elogio; no es culpa, ni vergüenza. Todas estas definiciones conllevan juicios, o valoraciones de bueno o malo, mejor o peor.[…]. La responsabilidad empieza con la tendencia a tratar con una situación, desde el punto de vista de que, uno mismo, es el origen de lo que uno es, lo que hace o lo que tiene. […]. Y esto otorga poder. Porque desde este punto de vista, las cosas dejan de “estarme ocurriendo” a simplemente “estar ocurriendo como consecuencia de lo que yo he hecho”.
Algo parecido decía Ortega y Gasset: “ Hacer que nuestra vida sea auténtica, que lleguemos a ser quien de veras somos, esa es la cuestión de la que somos responsables”.
¿Cómo sacar ventajas a la experiencia?
Las personas exitosas, ven a sus padres, al sistema, a sus hermanos, a sus jefes, políticos…en general a las circunstancias, como algo que les colocó en esta situación en la que están; desde ahí, lo miran con agradecimiento y apreciación, sin culparles, y se ven a ellos mismos como la causa de lo que va a ocurrir a partir de ahora en sus vidas.
Empieza ahora mismo.
Con esto dime, del 1 al 10,
¿cómo te crees tú, como causa del rumbo que está tomando tu vida, a nivel personal y profesional?
Es fácil hacerse esta pregunta, lo mismo que no hacerla. Sigue cuestionándote de manera continuada en el tiempo, y cuanto más cercano a 10 estés, más poder ganarás para cumplir con tus sueños y lograr tus éxitos particulares y profesionales. ¡Es un requisito de las personas altamente eficientes!