Las vacaciones, son un momento perfecto para sacar conclusiones de todo lo acontecido, recapitular aprendizajes y experiencias y planificar la “vuelta al cole” y el nuevo curso. También para instaurar nuevas prácticas: ahora que hay más tiempo libre, es más fácil comenzar con una rutina. Según algunos expertos, es a partir de 21 días, cuando conseguimos que un nuevo hábito se quede para siempre. Por eso es el momento idóneo para hacerse con una guía de meditación, aprenderla, ejecutarla y que nos sirva el resto del año.
Los pasos son sencillos, cualquiera es capaz de hacerlo. A continuación te doy unas pautas, que yo he aprendido de muchos expertos, para que veas que es así:
- ELIGE EL MOMENTO. Las mejores horas del día para meditar son en primer lugar al levantarnos por la mañana y antes de acostarnos. Otras opciones válidas, son a mediodía cuando paramos para comer, o cuando vamos a hacer un cambio de actividad, como por ejemplo, dejamos de trabajar y vamos a reunirnos con nuestra familia. Piensa que quitar el tiempo de meditación a las horas de sueño, supone más beneficios que el sueño en sí; así que no temas en recortar en su favor a tus horas de descanso.
- ELIGE EL LUGAR. Siéntate en un lugar tranquilo, en el que no te interrumpan, y en el que haya el máximo silencio posible. Si es difícil huir de los ruidos, yo suelo recurrir a los cascos que aíslan de ellos, o incluso a ponerme algo de música relajada que lo tape. Atrévete a decir a los que se te puedan acercar que no te molesten durante este rato.
- ELIGE EL TIEMPO. Lo ideal son 15 ó 20 minutos, aunque para empezar incluso 5 está bien. Pon en tu teléfono o en el reloj la cuenta atrás y que te avise al finalizar.
- SIÉNTATE en una postura cómoda, con la espalda recta, aunque no tensa. Las manos han de estar relajadas, por ejemplo en el regazo. Es preferible sentarse a tumbarse, para reducir las posibilidades de quedarse dormido. Ten en cuenta que aunque te quedes dormido, lo que es normal si estás cansado, aún así también supone beneficios.
- UNA VEZ EN ESTA POSTURA, recuerda y di para tus adentros la intención para la que te has sentado a meditar:
- Para relajarme y soltar la tensión.
- Para sentirme mejor y mejorar mi salud.
- Para sentirme más enérgico.
- Para conectar conmigo mismo y subir mi estado de ánimo.
- Para ganar concentración y conseguir mejores resultados.
- CONCÉNTRATE EN TU RESPIRACIÓN. Que sea tu respiración normal, no la fuerces. Observa como el aire entra y sale por tu aparato respiratorio. Fíjate en el camino que sigue el aire desde que entra, hasta que sale. Durante estos momentos, es muy normal que la mente se ponga a pensar. ¡Tranquilízate, está hecha para eso!. Decirla que deje de pensar es como decirle al corazón que deje de latir. Simplemente, cuando te des cuenta de que está pensando y que te has enganchado a un pensamiento, vuelve a llevar tu concentración a la respiración. En cuanto a los ojos, quizá te resulte más fácil hacerlo con los ojos cerrados, para así concentrarte mejor.
- Cuando suene el reloj, abre los ojos e incorpórate poco a poco, como si estuvieras saliendo de un profundo sueño, y felicítate por haber dedicado estos minutos a aquello que te habías propuesto, pues sin duda, te van a ayudar a mejorar muchísimo.
- PROGRAMA TU AGENDA INDEFINIDAMENTE PARA REPETIR ESTE EJERCICIO. La única manera de hacerlo, es reservar el momento cada día. Programa una alarma en el teléfono, y así lo recordarás . Comienza el reto que te propongo, de mínimo, 21 días. Cuando hayan pasado esos días, ya habrás creado la dinámica y habrás empezado a notar los resultados.
Como ves, meditar es fácil, es una técnica al alcance de cualquiera. Cuanto más la practiques, más beneficioso lo sentirás; tanto, que estarás deseando que llegue el momento del día para hacerlo. Créeme que no es cuestión de disciplina: cuanto más lo haces, más quieres. Es como el chocolate, el dulce, o el buen jamón de jabugo: ¡crea adicción!
Los beneficios los notas al momento en tu bienestar, y la ventaja es que se extienden a todos los ámbitos de tu vida, y en concreto a aquello que has mencionado al sentarte que es la intención de tu meditación.Hay más de 1500 estudios científicos que hablan de ello.
Las personas más eficientes del planeta, hoy en día, están meditando, por lo que súbete a la ola, conviértete en un experto en cómo meditar, y sé un guía de meditación para todo tu entorno. ¡Lo vas a agradecer todos los días de tu vida!