El tema de hoy es algo que es básico para la salud de una persona. Muchísima gente tiene problemas de sueño y se ha convertido en algo normal. Es muy habitual recurrir a pastillas y es un pensamiento generalizado el que no pasa nada por dormir poco.
Lo cierto es que hay muchísimos estudios científicos que han demostrado que es necesario dormir en torno a 8 horas.
Nos creemos superman o superwoman y sin ningún reparo sacrificamos horas de sueño por ver la televisión, por salir por la noche y llegar tarde a casa, por estar enganchados al ordenador, el teléfono o la tablet, a pesar de que al día siguiente haya que madrugar. Y al día siguiente tiramos del café todas las veces que haga falta para seguir aguantando.
La cuestión es que el café no quita el sueño, ni es su sustituto.
La ciencia ha demostrado que es necesario dormir para recuperar la energía. Cuando hay energía hay salud y hay claridad mental, la mente está fresca, funcionan la intuición y todas las facultades mentales, estamos más receptivos a los demás y aumenta nuestra productividad.
En cambio, si no hay suficiente sueño, habrá cansancio, estaremos poco brillantes, poco ágiles mental y físicamente, por lo que afectará a nuestros resultados intelectuales y también a las relaciones personales.
Por todo ello me gustaría que te tomaras muy en serio el dormir alrededor de 7 u 8 horas diarias, y que el sueño y el descanso sean sagrados para ti. Además, ha de ser un sueño natural, sin pastillas, porque si has probado a tomarlas, habrás notado que el descanso no es igual cuando duermes debido a las pastillas. Es un descanso artificial.
A continuación te voy a dar unos trucos q para conciliar el sueño. Te parecerán muy sencillos y muy básicos, pero te aseguro que funcionan, porque están probados por miles de años de evolución.
La meditación es la mejor medicación
En primer lugar, tómate unos 20 minutos al día para meditar. Cuando meditas, aprendes a controlar tu mente, a bajar las revoluciones y a parar y encontrar un momento con la persona más importante de tu vida, que eres tú. Cada vez hay más estudios y más médicos convencidos de la bondad de esta práctica y te aseguro que en unos años, será algo muy habitual. Así que si no te has subido ya a la ola de la meditación, empieza a practicar, porque va a ser algo tan necesario como tu teléfono móvil, que el que no lo use, será un bicho raro. En un artículo previo, escribí sobre cómo meditar. Y si de verdad tienes vas a tomar acción, mira la invitación del diario económico de referencia Expansión.
Si te parece que es demasiado chocante para tu estilo de vida actual, te propongo que empieces dedicando esos 20 minutos al día o media hora al día para caminar al aire libre. Sal a dar un paseo, para respirar aire fresco y observar el paisaje. Eso sí, sin teléfono, sin whatsup, sin tecnología. Que sea un momento para contemplar la naturaleza, o para estirar las piernas y hacer algo de ejercicio y estar contigo. Para escucharte y dedicarte unos minutos solo para ti.
En segundo lugar, deja el café, la coca cola y los excitantes. Cuando empieces a dormir 8 horas, te darás cuenta de que no te hace falta café para estar despierto, ya que no es él el que te pone las pilas, sino que es el descanso. Nos hemos metido en una rueda en la que tomar 3, 4, 5, cafés al día es algo habitual, y muchos llegan a pensar que no les afecta en la calidad del sueño. Te animo a que empieces a sustituir ese café por otra bebida que no sea excitante, incluso por un descafeinado al principio, si estás “enganchado” a esta costumbre.
Todos los excitantes tienen la propiedad de obligar al cuerpo a trabajar a un ritmo más acelerado de lo que haría en condiciones normales y esa costumbre a largo plazo hace que este se debilite y se desequilibre. Por eso, intenta eliminarlos de tu dieta, porque aunque sean ecológicos o bio, producen picos, subidas bruscas en el rendimiento y ya sabemos que todo lo que sube, baja y si la subida ha sido muy grande, la bajada va a ser en consecuencia, para al final llegar el equilibrio.
Somos lo que comemos y cómo lo comemos
En tercer lugar, evita cenar mucho y muy tarde. Aquí seguro que ya lo has notado, que cuando sales a cenar y te das el gran homenaje y te metes en la cama al poco después, la calidad del sueño es terrible.
Lo que está ocurriendo es que el cuerpo no está en el modo habitual de recarga, porque le hemos dado un gran trabajo que es hacer una pesada digestión. Y eso le lleva mucho tiempo, por lo que en vez de hacer las funciones de una noche normal de limpieza y regeneración del organismo, se encuentra con una jornada intensa de trabajo digestivo. La consecuencia es que a la mañana siguiente tendrás resaca, aunque no hayas bebido alcohol y es debido a la gran cena.
Reprograma tu mente con hábitos saludables
Y por último, considera que el sueño o el descanso son tu ritual sagrado, y tu dormitorio es TU TEMPLO. Por eso, dos horas antes de meterte en la cama, olvídate de la tecnología, de las pantallas, de las luces muy luminosas, de todo aquello que te altere, y empieza a bajar el ritmo y concentrarte en actividades que te relajen, como leer un libro, mantener una conversación calmada con tu pareja, escribir tu diario, etc.
También puedes recapitular todo lo que te ha ocurrido en el día y mirar con las gafas del agradecimiento, reconociendo la cantidad de regalos que has recibido ese día, las personas maravillosas con las que has compartido la comida rica que has comido, el interesante lugar que has visitado. Para mí es algo que hago diariamente y siempre hay tantas cosas por agradecer, que me meto a la cama con una emoción que hace que me resulte muy fácil conciliar el sueño.
Al mismo tiempo, en cuanto entres por la puerta de tu dormitorio colócate en MODO RELAX Y DESCANSO. Prepara el entorno y saca de la habitación todo aquello que lo entorpezca, como puede ser la televisión. Repite el hábito con tanta persistencia, hasta que se convierta en algo tan automático que cuando pases por la puerta del dormitorio, empieces a bostezar.
¿Qué, vas a incorporar alguno de estos hábitos? Aunque ahora estés durmiendo bien te recomiendo que los incluyas, porque vas a descansar todavía mejor y al día siguiente lo vas a notar una barbaridad. Las personas altamente eficientes cuidan mucho su nivel energético y por ello dan al descanso toda la importancia que se merece. ¿Te animas?