¿Cuánta gente se ha propuesto en estos primeros meses del año, hacer cambios?¿ A cuántos conoces? ¿Tú eres uno de ellos? ¡Porque yo sí que me lo he propuesto!. Y sé que hay algunos aspectos que voy a tener que sortear para hacerlo. ¿Sabes cuál es la garantía de conseguirlo?: ESTAR DISPUESTO A PAGAR EL PRECIO DEL CAMBIO.
También sé que no va a ser fácil, que no lo haré bien al principio, me equivocaré, y se reirán de mí los que son expertos, y también los que no lo son; y ¿sabes qué?: no me importa. Porque voy a seguir adelante, hasta que lo haga bien. Y estoy dispuesta a disfrutar del proceso. Porque es novedoso, y lo nuevo es una aventura; nos obliga a desarrollar nuevas habilidades, a explorar la creatividad, la curiosidad, a investigar, lo que es sinónimo de crecimiento. Y todos estamos aquí para crecer; y si no crecemos, no nos divertimos, y hasta nos morimos de aburrimiento, y esto puede llegar a ser literal.
Por eso, te voy a contar algunos aspectos a los que has acostumbrarte cuando vayas a cambiar.
Aprender a convivir con la incertidumbre nos hará muy fácil los cambios.
Te vas a lanzar a una piscina nueva que desconoces. Vas a tener que aprender a nadar en otras aguas distintas. Tanto si vas a cambiar de profesión, como de barrio, de ciudad, o de empresa, de pareja, al principio, serás un novato. Y eso te va a dar miedo (suscríbete al vídeo de la próxima semana donde hablaré de ello); porque lo desconocido nos asusta, y eso es lo que nos hace caminar con los pies de plomo, despacito, con prudencia, a lo que algunos les puede parecer torpeza. Y a pesar de ello, sigue adelante, que pasa sólo al principio. Una vez que estés dentro, encontrarás la inercia otra vez. Entonces, ese nuevo puesto de trabajo, pronto te resultará fácil; esa nueva ciudad, esos nuevos vecinos, en breve te resultarán conocidos y estarás adaptado.
Seguro que lo has experimentado antes, ¿verdad? Por eso, confía en ti, y en tus habilidades para resolver todo los problemas que se te pongan delante. Porque recuérdalo: ¡ya lo has hecho otras veces! Aunque no sepas cómo, una vez que des el primer paso, y empieces a entender lo nuevo, irás más rápido; y lo que ahora te impone respeto por ser desconocido, dentro de poco te resultará habitual.
Por ejemplo, en mi caso, empezar a hacer este vídeo-blog, al principio me daba pavor. A pesar de que no tenía ni idea de cómo hablarle a la cámara, aunque el primer día que lo hice hasta acabé llorando de desesperación porque nada salía como había planeado, yo seguí adelante. Y a la semana siguiente hasta me reía de mis llantos; y eso que mis grabaciones seguían siendo «nada profesionales» (por decirlo con cariño). Y seguí. Y cada vez lo fuí haciendo mejor. ¿Y qué fue lo siguiente? Lo que explico en este siguiente punto:
Aceptar nuestras limitaciones y pedir ayuda, nos ayuda a crecer más rápido.
Reconocer la debilidad y la inexperiencia y pedir ayuda. Eso es lo que hice. Te recomiendo que no te de vergüenza, ni te sientas mal por hacerlo. Aceptar lo que es, es el primer paso para crecer. Pues siempre hay alguien que es un experto en lo que tú estás aprendiendo.
Es la manera de mejorar: si eres consciente de tus limitaciones y te das cuenta de que te queda mucho camino, lo más inteligente es pedir ayuda a quién lo conozca; y así seguro que llegas antes, sufres menos y te lo pasas mejor. Por eso, yo recurrí a Marta, que me está ayudando a grabar estos vídeos. Ella tiene mucha experiencia, y lo disfruta. Y además, nos lo pasamos mucho mejor las dos juntas grabando que cuando yo lo hacía sola.
El miedo social al cambio hará que los demás rechacen tu evolución.
No nos queda más remedio que aceptar el juicio de los demás. Porque van a hablar de ti, y hasta se van a reir, e incluso algunos mostrarán rechazo y completo desacuerdo por lo nuevo que estás haciendo. Lo que pasa es que en nuestra sociedad hay instaurado un miedo social al cambio, y mucha gente se siente muy cómoda viéndote donde te ha visto siempre. Y en el momento en que tú demuestras que eres capaz de hacer algo distinto a lo que se espera de ti, cuando rompes este estereotipo que se habían creado sobre ti, lo primero que les surge es el rechazo y dicen algo así como: ¿quién se ha creído este que es? ¡mira qué torpeza la suya en esto nuevo que está empezando!
En estos casos, se están basando en la certeza del pasado. Pero…..¿vas a dejar que tu pasado te condicione? O es más: ¿vas a permitir que lo que otros han creído sobre ti te limite? ¿vas a adaptar tu futuro a tus sueños, o por el contrario, a lo que otros se han imaginado para ti? Porque ten clara una cosa: nadie tiene ni idea de lo que tú eres capaz de llegar a ser o hacer: ni se imaginan todo en lo que puedes llegar a convertirte. Y eso es lo bonito del futuro: tú puedes diseñarlo como desees. Y esa es tu misión: convertirte en lo que sueñas, apostar por vivir las experiencias, las emociones, que tú deseas. Y cuando empiezas a ver que esta posibilidad es real, te cargas de energía, y tomas carrerilla y empiezas a ir cada vez a más velocidad, con más inercia, con más motivación, y te sientes muy bien. Y entonces, con más razón, te da igual lo que otros digan de ti: vaya cara que tiene, o qué mal viste. ¡Qué más da!. Nos tenemos que acostumbrar a que nunca vamos a gustar a todo el mundo, y siempre van a haber personas que nos van a mirar con malos ojos, y nos van a criticar. Y aquí me encanta decir lo siguiente: “lo que otros piensen o digan de mí, es su problema”
Para el que no está acostumbrado, el progreso es incómodo.
Si no estás habituado, te va a costar esfuerzo, te será difícil e incómodo. Y es que el aprendizaje es así por definición. Pero es la práctica y la constancia lo que doblega la dificultad. Y aquí es donde se produce el crecimiento, en el que aprendes a conocerte más, a potenciar tus puntos fuertes y compensar tus debilidades, y entonces llega la sabiduría. Si los cambios fueran fáciles, todo el mundo lo haría constantemente, y nadie aprendería nada. Además, ojo a lo siguiente: en las ganas por vencer esta dificultad, es donde te das cuenta del porqué de este proceso. La razón es que estás viendo lo que hay más allá, y todos los beneficios que va a provocar en ti, en tu entorno, en tus seres queridos, y en la sociedad. Y entonces empiezas a entender lo valioso de esta experiencia, y lo valiosa que es tu vida para ti y para otras muchas personas.
Después de escuchar esto, ¿te animas a progresar? ¿vas a cumplir los compromisos que seguro que te has propuesto para este nuevo año? Me encantaría que me dijeras que sí, y te unieras a mí en este camino. Si es así, escríbeme, o date de alta en mi web y seguiremos en contacto.
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