En mi etapa como coach y en mis numerosas y variadas experiencias profesionales a nivel internacional, me siento muy afortunada por la oportunidad que he tenido de conocer a personas increíbles por todo el mundo que irradian alegría, pasión, y vitalidad. Da igual la nacionalidad, la profesión o el origen. Hay determinadas personas con una buenísima energía, que contagian con ella a su entorno. Por el contrario, también he encontrado personas que a pesar de ser “exitosas” según los estándares convencionales, están frustradas, quemadas o decepcionadas, ya que a pesar de trabajar duro y conseguir resultados, no se sienten plenas, ni esperan que esta experiencia vital pueda ser maravillosa para ellos.
Me he dado cuenta de que aquello que tienen en común las primeras es que son auténticas y están continuamente y de manera consistente, expresando lo que son y tomando acción, creando proyectos y empresas, que son una extensión de ellos mismos.
Cuando eres auténtico estás siendo libre
Y es que todos llevamos dentro esa llama que se enciende cuando conectamos con lo que realmente somos, cuando perseguimos aquello que realmente nos importa y cuando nos mostramos de verdad, sin máscaras y sin tapujos. Ojo, que esto no significa que tengamos el derecho de expresar sin control lo que sale de nosotros cuando nos dejamos llevar por las emociones: como por ejemplo cuando llenos de rabia o de ira, decimos algunas palabras o actuamos de manera que luego nos arrepentimos, porque nuestro descontrol ha llegado a hacer daño a alguien. No me refiero a eso.
¿Y cómo podemos empezar a actuar así? El mejor lugar para empezar es en nuestras conversaciones, expresando nuestros sueños, nuestra visión, nuestros objetivos, hacia donde vamos y cómo nos sentimos. Empieza a mostrar hacia donde te gustaría ir, pues simplemente a verbalizarlo, ya estás empezando a crear esa nueva realidad.
Quizá has de seleccionar bien el entorno y el momento en el que empezar a hacerlo, pues al principio, es preferible que no tengas demasiadas resistencias, y que tu estés con buena energía y muy vital. Con la práctica irás creando tus argumentos, y tus estrategias, y luego hablar en cualquier tipo de entorno, te será más fácil. Porque es seguro que recibirás críticas, pero para entonces lo vas a tener tan claro, que no te van a importar.
Recuerda que mientras persigues tus sueños, estarás creciendo en busca de tu libertad. Y nada ni nadie se debería interponer entre tú y tu libertad
Otro ámbito donde expresarte es tu casa y tu lugar de trabajo: ¿demuestran claramente lo que tú eres? ¿Te has tomado el tiempo para poner tu toque personal en ello? Porque te pasas la mayor parte de tu tiempo en estos dos espacios y es crucial que tus huellas estén en ellos: que te hayas tomado la molestia de mostrarte a través de las cosas materiales.
Y no me refiero a que haya que contratar a un decorador para que haga el trabajo, o hacer grandes inversiones en muebles o en cuadros, o en una obra. Para nada. Me refiero a que tu casa y tu oficina demuestren tus gustos, tus sueños, tus pasiones, tus aficiones. Que cualquiera que entre y lo vea, enseguida perciba qué es lo que te mueve.
En mi caso, mi casa es amplia, y con colores claros, que crean luz y espacio, y me encanta que esté así. Apenas hay cuadros, y la decoración son plantas y pequeños detalles o fotos que me hacen sentir muy bien.

Tu trabajo más productivo es el que es una extensión de ti mismo
Otro área donde conviene mostrarte tal y como eres es en el trabajo. Porque mientras trabajamos, estamos sirviendo a los demás y a la sociedad y la manera más productiva es hacerlo desde lo que somos de verdad, que es lo que nos va a salir de manera natural.
Y aquí no pongas las escusas del tiempo, o de tu jefe, o del entorno que es hostil. Olvida el rol de víctima, olvídate del miedo y empieza a mostrar aquello que es solo tuyo, que te hace único. Y si no lo encuentras en tu trabajo actual, empieza a buscar la manera de expresarlo, pues es la única forma de perseguir tu libertad.
Hay un artículo de una enfermera que trabajó con personas en cuidados paliativos (https://bronnieware.com/blog/regrets-of-the-dying/), y lo primero de lo que la mayoría de ellas se arrepentía era precisamente esto: no haber sido ellas mismas, y haber actuado como pensaban que debían, como otros habían elegido para ellas. A través de la lectura, aprendemos de las experiencias de los demás y nos evitamos errores y sufrimiento, por lo que te invito a que aproveches la sabiduría de esta mujer y tomes acción ya.
Además, recuerda que hay 7 mil millones de personas en el mundo y como tú solo hay una; y eso es lo que se el mundo necesita, tu versión auténtica, lo que solo tú puedes aportar y dejar y no una copia o un duplicado de otro. Recuerda que las segundas versiones difícilmente son tan buenas.
Espero que mis palabras te inspiren y te animen a ponerte en marcha, si no lo estás ya. Y si ya estás en el camino, enhorabuena, ahora toca potenciarlo. Te aseguro que cuando empiezas a vivir sin filtros, y desde la autenticidad, empieza a ocurrir que el mundo entero se pone de tu parte para apoyarte. ¡Te lo digo por experiencia! ¿Me acompañas?