Alta eficiencia en la vida es hacer todo lo que jamás hayas soñado y mucho más, en el mínimo tiempo y con el mínimo esfuerzo. Cuando te alineas con aquello que la parte más profunda de ti anhela, y que está siempre ahí a la espera de ser escuchada, todo fluye; y es en estos momentos cuando la realidad supera a la ficción, y consigues vivir experiencias mucho mejores que aquello que te habías imaginado.
Se trata de disfrutar de una salud de hierro, que te permite vivir la vida intensamente, eligiendo desde las actividades que más te apetecen, viajes a cualquier país, los deportes que más te divierten, tanto si es paracaidismo como submarinismo, esquí, o senderismo: las actividades al aire libre y de interior que más te llaman, independientemente de la época del año, o de cualquier síntoma físico crónico que a muchas personas les coartan sus actividades. Se trata también de elegir la comida que más te gusta, y la que mejor te sienta, porque las molestas intolerancias alimentarias han desaparecido.
Alta eficiencia es elegir tus relaciones personales, con iguales que te aportan, que te ayudan en tu experiencia diaria, tanto a nivel personal como profesional, con las que te diviertes; también eres una persona experta en compartir con aquellas que no te gustan tanto, o incluso a las que consideras tóxicas, pues las herramientas que manejas te permiten tolerarlas e incluso aprender de ellas y por tanto enriquecerte.
Alta eficiencia es también convertirte en un experto en la gestión de tus emociones, de manera que la tristeza, el estrés, el miedo, la ansiedad, y ese tipo de emociones destructivas que en ocasiones nos tensan y fastidian por completo la vida, se convierten en aliados nuestros ya las utilizamos sacando el mejor partido de ellas.
Te conviertes en un experto en la utilización de tu tiempo, siendo un auténtico maestro en la gestión de tu agenda; se trata también de enfocarte en lo que deseas, tanto a corto plazo como a largo plazo, viendo como, a medida que pasa el tiempo, tus objetivos están más cerca, y de repente, sin darte cuenta, los has conseguido y has de plantearte unos nuevos, pues ha sido vertiginoso el tiempo récord para la consecución de los mismos.
Al mismo tiempo, rediseñas tu forma de pensar, acomodándose a una forma más práctica, más enriquecedora, y potenciadora, que te apoya en el día a día, y te evita conflictos contigo mismo y con los demás. Te afecta tan positivamente el cambio, que de repente te cuestionas cómo has sido capaz de llegar hasta donde estás con la mochila que traías.
Y todo este proceso, se ve reflejado en tu cuenta corriente, de manera que la gran cantidad de acontecimientos enriquecedores en tu vida traen con ellos una equivalente abundancia, que a veces es económica y otras veces viene en forma de regalos gratuitos con muy alto valor económico.